El oro de Carapaz

Andrés Martínez Moscoso

En el deporte ecuatoriano, lamentablemente la historia siempre se repite, y aunque suene a lugares comunes, los mayores éxitos que ha tenido el país a nivel olímpico, han sido gracias a excepcionales deportistas, quienes con poca o nula ayuda del Estado, han logrado entrenar con la asistencia del sector privado.

Si bien esto puede ser usado como ejemplo de éxito y superación, que desde luego existe, debido a que se tratan de seres humanos que no se conformaron con las barreras de la burocracia deportiva de un país, y buscaron alternativas para alcanzar sus sueños, sin embargo, hay algo que no cuadra en las altas dirigencias del deporte ecuatoriano.

Y es que, después de 25 años de la primera medalla olímpica, Jefferson Pérez, todos o casi todos hicieron “mea culpa” de la falta de apoyo a los deportistas, y prometieron que ahora si los iban a ayudar.

Sin embargo, con el nuevo éxito de Richard Carapaz, se destapa el escándalo, y la conclusión es que las cosas no van bien. Y es que, en el desarrollo de un deportista de élite se requieren una serie de apoyos, a nivel de infraestructura, entrenadores, alimentación, financiamiento para asistir a las pruebas clasificatorias, etc.

Por tanto, el apoyo que estos deben recibir del gobierno, no se trata de un gesto de buena voluntad, o de una iniciativa política del presidente de turno, al contrario, es un derecho reconocido en nuestra Constitución (arts. 24 y 381), a través del cual es responsabilidad del Estado auspiciar “…la preparación y participación de los deportistas en competencias nacionales e internacionales, que incluyen los Juegos Olímpicos …”.

En consecuencia, luego del justo recibimiento que debe recibir Richard Carapaz por dejar en lo más alto el nombre del Ecuador, con su medalla de oro en ciclismo de ruta; es momento que quienes ejercen el control político del país (los asambleístas), investiguen y verifiquen que ha sucedido con los recursos públicos que tienen que destinarse a la preparación de los atletas olímpicos.

Solo de esta manera, se podrán encontrar a los responsables, y que estos rindan cuentas de sus actos u omisiones, para que nuestros deportistas de alto rendimiento reciban el apoyo que se merecen. (O)

@andresmartmos