El reto del IESS

Un acierto histórico lo ejecutó el presidente Isidro Ayora, en 1928, al crear la Caja de Pensiones que se denomina, con algunas variaciones, IESS. Mediante aportes patronales y personales, los trabajadores de nuestro país enfrentan problemas urgentes como la salud y el retiro, cuando las posibilidades de trabajar disminuyen. La institución ha funcionado con razonable normalidad cumpliendo sus metas, con un sentido de solidaridad. Los servicios de salud son iguales para todos, al margen del monto de los aportes. Su potencial económico llevó a que los gobiernos, con diversos pretextos, recurran a su capital. Su politización se convirtió en una enfermedad que hoy amenaza la posibilidad de sus servicios.

Los propietarios del IESS son los aportantes cuyo elevado número lleva a que el capital “sea de nadie” con el consiguiente aprovechamiento gubernamental. Como toda compañía de seguros el IESS debe manejarse empresarialmente para que las utilidades ofrezcan a los afiliados servicios como préstamos ventajosos. Lamentablemente, el riesgo de prestación de servicios es serio. Muchos son los males, comenzando con una burocracia gigantesca. Se ha convertido en un botín político codiciado con el abuso de los gobiernos que, inclusive, han recurrido en “préstamo” a sus recursos que se han acumulado.

Mucho se ha hablado de hacer frente a su crisis, pero, ha quedado en palabras. Para el gobierno actual, que se inició hace poco, es un reto reformarlo con seriedad. Creemos que hay posibilidades, ya que en el poco tiempo que lleva, ha demostrado especial interés en la salud con la vacuna contra el COVID que funciona bien. parece que se cumplirá la meta –para algunos ilusa- de los cien días. Ha dado especial importancia a la desnutrición infantil y a la reforma de hospitales, algunos de los que se convirtieron en “cueva de Rolando”. El presidente ha demostrado tener elevadas dotes empresariales y gran honestidad. Esperamos que asuma el reto de salvar al IESS.