Los GAD y sus presupuestos

Roberto Vivar Reinoso

Apenas el 23% del presupuesto fijado por el cabildo quiteño se destina a obras; el 37% va hacia los 22.000 funcionarios; el 40% a cumplir las obligaciones del Metro, que aún no opera comercialmente, mientras la tarifa pendiente será subsidiada.

Realidad que revelan organizaciones sociales, líderes, exalcaldes de la capital, al analizar el intríngulis político y jurídico que afronta la administración municipal. Ha sido ocasión para reiterar las denuncias sobre corrupción.

Cuenca también atraviesa un difícil panorama presupuestario, con notable incidencia del tranvía que ahora en marcha no rinde lo esperado, contribuyendo considerablemente a los 137 millones en déficit dejado por la anterior administración seccional. Pese a ello la actual destina cuatro millones a ciclovías abriendo las calles, cuando bien podía haberse aislado parte de las mismas mediante obstáculos para los vehículos motorizados.

Los gobiernos autónomos descentralizados son parte del Estado, que les asigna fondos según parámetros establecidos. Además, la ley general y las ordenanzas específicas permiten a los Concejos cobrar 21 impuestos, y recuperar las inversiones. Pero según la Contraloría el 85% de los 221 que tiene el país, no implementan tales mecanismos o lo hacen en mínima proporción, dependiendo predominantemente del erario nacional.

Y respecto a la transparencia en el manejo de los recursos, los GAD cantonales azuayos oscilan entre el 67,92% (Cuenca) y 3,77% (Pucará), según el estudio realizado por la Universidad Autónoma de Barcelona y la Politécnica Salesiana.

La situación es más compleja entre las prefecturas a merced total de las finanzas centrales, pues carecen de mecanismos propios que les posibiliten autogestión. Con el agravante de cruzar sus funciones con los concejales rurales. (O)