Apoyo al deporte

Marco Carrión Calderón

Los recientes triunfos de nuestros deportistas en diferentes escenarios, pero especialmente en las olimpiadas de Tokio, nos han llenado de felicidad y orgullo, han contribuido a levantar un poco el alicaído ánimo del país, tan afectado por tantas desventuras, políticas, sobre todo.

Pero es imposible dejar de reflexionar cómo esos jóvenes deportistas que han carecido de casi todo, pudieron llegar a tan altos sitiales. Recuerdo que Carapaz, el campeón olímpico, alguna vez decía que él tuvo que, para poder entrenar en su casa ubicada lejos de toda comodidad, reparar unas bicicletas viejas, rechazo de personas algo acomodadas, que no tenía ni zapatos adecuados para poder hacerlo. Y así la lista de incomodidades para él, y seguramente para los otros triunfadores, sería interminable.

Podríamos pensar ¿cuál sería la realidad de nuestros deportistas si tuvieran algunos medios y recursos para poder entrenarse y practicar mejor? Por eso es la serie de medallas y triunfos de deportistas de otros países, Estados Unidos, Rusia, etc., pues allí disponen de los espacios adecuados, de las comodidades y alimentación necesarias, de los entrenadores apropiados, del bienestar económico suficiente para poder dedicarse a su práctica. El dinero en Ecuador sirve más bien para el dispendio y el robo.

En este país los recursos de que disponen los Comités Olímpicos y las Federaciones deportivas, son utilizados sobre todo en pagar viáticos y viajes a sus altos directivos, amigos y familiares, en conseguir becas, no para los deportistas capaces, sino para los hijos de los amigos, de los relacionados y de una serie de privilegiados que, por desgracia, nunca llegan a conseguir los que Carapaz, Dahomes, Salazar, Jefferson Pérez, y algunos más lo han hecho.

Estas reflexiones tienen el objetivo de pedir, de suplicar, a las persona y organismos de quienes depende la práctica deportiva para nuestros niños y jóvenes, un poco más de sensibilidad y de entrega para beneficiar a aquellos que por su posición social y económica apenas pueden tener tiempo y medios para perfeccionar en las disciplinas para las cuales son aptos y en las que podrían ser campeones. (O)