Al parecer, se aplican cambios positivos en las nuevas políticas dictaminadas con la flamante Ley de Tránsito Nacional, situación que se convierte en un aliciente tanto para conductores como para peatones pues, los ajustes realizados aparentan versar sobre las reales necesidades del país.
Castigos con disminución de puntos, cargas punitivas e inclusive privación de la libertad, solían ser categorizadas como desenfocadas de la realidad nacional al momento de buscar la aplicabilidad de alguna sanción a los infractores, condiciones que, no solamente la exponían los imputados sino que también eran expresadas por los expertos quienes se encargaban de hacer justicia en la materia.
Incluir apartados como los de micromovilidad, impugnaciones de infracciones en el lugar de residencia del infractor, auto declaraciones de culpabilidad a cambios de premios e incentivos para los actores, inclusiones a los usuarios de bicicleta, la remisión de multas y demás componentes inmersos en este instrumento legal son sin lugar a dudas importantes avances y logros dentro de la materia de tránsito.
A estas alturas, las condiciones de movilidad han sido revisadas en función de ofrecer mejores condiciones para todos los involucrados, una vez más, queda en nuestras manos como usuarios de los diferentes instrumentos de transporte el saber comportarnos como seres conscientes de la realidad circundante y por sobre todas las cosas, de respetar a todos quienes somos actores e interactuamos de una u otra manera en los espacios públicos, recordemos que, la pirámide de tránsito pone en primer lugar al peatón. (O)
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