Contagiada aún por las emociones que causa observar a tantos deportistas de excelsa destreza y más aún cuando representan a nuestro país y ciudad, hago una ligera pausa y pienso en quienes tuvieron su momento de gloria en tiempos remotos. La prensa sin duda aporta mucho para refrescar la memoria y hacer que la conciencia arme un reservado alboroto que no pase de la exclamación.
Pensemos solo por un momento que para llegar a terreno competitivo hay diversas historias sudadas con sacrificios, sufrimientos, ensañamientos, violencias, resignaciones, y demás; así como también, hay historias cuyo sudor se convirtió en alegrías, reconocimientos y esperanza; en una sola palabra ¡Oportunidad!
¿Factor suerte? Quién sabe, pero no por mi desconocimiento de la dimensión deportiva podría faltar a la verdad desentendiéndome de la realidad; justicia no hay, mucho menos igualdad y la equidad, inexistente… El enfoque de género para el apropiado desarrollo de las disciplinas deportivas comprende transversalizar éste desde la planificación primaria, de allí la sensibilización y todo lo concerniente a presupuestos sensibles al género. El género va más allá de lo que se cree.
En honor a los y las olímpicas de súbito, para ellos y para ellas, en tiempo pasado y presente, mi eterno respeto, admiración y gratitud; y, por parte del estado, sería bueno reconsiderar una retribución vitalicia por bien llevar el nombre de nuestra patria “a la cancha”. (O)
