Reivindicación

Martina Pérez

El lenguaje es una producción social, condiciona al sujeto y a su vez, la subjetividad social condiciona la subjetividad individual. Esto es importante comprender en función de que estamos condicionados a un conjunto de representaciones, las palabras dan sentido y califican o descalifican. La colonización otorgó un determinado sentido a “indio”, se fueron construyendo representaciones a “cholo”, “longo”, “fiero”. A pesar de su significado muy distinto y no despectivo, la forma en la que se utiliza o la intención con la que se reproducen esas palabras, es lo que delinea una indignación colectiva. Cuántas veces hemos notado cierta aspiración de “blanqueamiento” de espacios, de unas marcadas relaciones de poder que tratan de dibujar una superioridad falsa. Sí, nos han enseñado que indio es insulto, porque con esa palabra nos colonizaron. Son palabras cargadas de siglos de opresión y se sigue perpetuando la cadena, perpetuando un colonialismo, clasismo y racismo silencioso. Es tiempo de repensar-nos, cuestionar lo establecido y cuestionar-nos cómo lo establecido nos ha influenciado. Es tiempo de reivindicación no solo de espacios, sino de palabras y representaciones. (O)