Cautela ante la pandemia

Un ambiente de tranquilidad invade a los ecuatorianos por la masiva vacunación anti Covid-19, a cuya continuidad, ampliándola para los menores de edad, se compromete el gobierno nacional.

Casi todas las actividades económicas están a flote, si bien con altibajos causados por el confinamiento y las constantes declaraciones de emergencia para enfrentar la pandemia.

En esta semana se reanudaron las clases presenciales en los planteles fiscales y particulares, si bien es voluntaria la asistencia, pero con las precauciones del caso.

Desde las diferentes casas de salud se confirma la baja ocupación de las Unidades de Cuidados Intensivos. Los contagios son menos.

El personal de salud, antes dedicado por entero a salvar la vida de los pacientes graves en esas Unidades, ahora atiende a personas con otras enfermedades.

Ese panorama llena de optimismo y esperanza. Sí, no deja de ser una luz al final del túnel, tras más de año y medio de incertidumbre, pánico, dolor y muerte.

Sin embargo, ese panorama alentador podría trastocarse si se renuncia a actuar con prudencia, cautela, a no cumplir a raja tabla las medidas de bioseguridad como la mascarilla y el constante lavado de manos.

Evitar las aglomeraciones, acudir al médico en cuanto sospechen los síntomas, y evitar la desinformación, contribuirán a ese objetivo.

Ya lo han advertido tantas veces los epidemiólogos y otros especialistas: el virus y sus variantes siguen entre nosotros. En algunos países recrudecen y causan los mismos estragos, el peor, la muerte.

La vacuna no garantiza total inmunidad, aunque sí aminora la fuerza del virus y los pacientes pueden sobrevivir. Eso lo han dicho los especialistas y debemos creerlos.

Repetimos: mantener la guardia frente al enemigo de la vida, si bien no es el único, fortalecerá ese ambiente de certidumbre y optimismo.

Las autoridades apuntan a conseguir la inmunidad de rebaño, posiblemente hasta finales de 2021, extendiendo la vacunación a la niñez, si así lo recomiendan los estudios científicos. Apoyémoslas conviviendo con racionalidad.