Multas

¡Ay, amigo lector, somos los sacrificados permanentes para mantener el sistema funcionando! a diario nos caen las multas teledirigidas con radares estratégicamente camuflados y dudosamente “reparados” que, además de someter a la indefensión del ciudadano común se convierten en verdaderos cómplices de la corrupción. Por otro lado, las patentes municipales, el predio, los postes que cambian cada cinco minutos, las ciclo vías, las espantosas carreteras que devoran nuestros vehículos y obvio nuestros impuestos, es decir, un sinfín de opciones creativas por parte de la burocracia para empobrecernos más cada día, hacen de nosotros las víctimas propiciatorias para la mafia en la que se han convertido los entes burocráticos. Así las cosas, los famosos parques lineales de la anterior administración se pudren a ojos vista, en tanto el señor ministro cuencano hacedor de estas y otras obras mira para otro lado; cada político llega con voz propia y con nuevas fantasías que tenemos que pagar, mientras borra lo que hizo el anterior, y eso nos cuesta. Sí; amigo lector, en la ciudad más cara de nuestro país, el pobre lépero tiene que reservar lo que no tiene para alimentar al montón de pipones que fungen de autoridades. Así de simple. (O)

Por: Catalina Sojos