Administrar en estrechez

Luis Ochoa Maldonado

Sabíamos de la situación de caja fiscal exigua, desde antes de pandemia y agravada por esta, sosteniendo el aparato estatal con empréstitos de banca internacional. La realidad es compleja observando, en la práctica, continuidad de la conducción económica por el rumbo trazado por el anterior gobierno. Hay que resaltar la campaña de vacunación que morigera la transmisión del virus, esperando continuar con medidas sanitarias correctas para evitar un nuevo rebrote, lo que puede ser base para una reactivación económica hasta avizorar indicadores, que, sin ser buenos, estaban mejor que los actuales antes de la llegada del COVID.

Con recursos insuficientes hay que priorizar gastos, sin duda enfocados a salud, educación y seguridad ciudadana, en un contexto de pueblo empobrecido, que busca desesperadamente emigrar, para buscar trabajo en países con economías industrializadas, que se nota por la avidez de obtener las cedulas y pasaportes, que han hecho mella a nivel internacional, con la exigencia de visa para llegar a México, que aduce la avalancha de ecuatorianos que no retornan a su país. Esta realidad no es actual, se ha intensificado, cuando ante la falta de oportunidades miles de jóvenes en su mayoría, que concluyen la educación secundaria, anhelan dejar a su patria, que no genera confianza para su futuro incierto.

Más de lo mismo, no mejora resultados, cada nuevo régimen genera expectativas que con el ocurrir de los días, se tornan similares. Lo que disponemos es el tiempo para hacer en principio que no se deterioren para peor las instancias de servicios. Si antes se decía que en salud del IEES solo tenían paracetamol, ahora no lo tienen.  Se sigue conformando instancias para seguridad con fuerzas armadas, mientras custodian parte de la playa de chipipe, para uso exclusivo de uniformados. De los asambleístas ni hablar perdidos en dilaciones sobre sus actuaciones anteriores y actuales de palanqueos. Algo habrá que hacer para que no sigamos en este rumbo sin horizonte que por ahora nos encontramos. A buscar salidas para mejorar la vida de la gente. Es urgente y humano sin banderías politiqueras.  (O)