Ana María Torres competirá en su tercer Campeonato Mundial de Ironman 70.3

Ana María Torres ya entrenó en St. George (Utah). Foto tomada del Facebook.

Ana María Torres reserva entre cinco a seis horas diarias para su entrenamiento. Dependiendo la planificación de su entrenador Pablo Vallejo, unos días son más duros que otros.

Casi nunca entrena al mismo tiempo natación, ciclismo y carrera a pie, las tres disciplinas que integra el deporte que llenó todas sus expectativas desde que cumplió 20 años de edad.

Su aspiración es convertirse en triatleta profesional de Ironman 70.3, una modalidad destinada para mujeres y varones de hierro capaces de ejecutar en un mismo día y en el menor tiempo posible: 1.9 km de natación, 90 km de ciclismo y 21.1 km de trote.

La modalidad completa implica el doble de distancia, algo que también está en planes de la futura Abogada de la República del Ecuador.

Por el momento compite en los Age Group (categorías por edad) e invierte una parte de su tiempo libre en la elaboración de la tesis para obtener el título académico y poder dedicarse por entero a su sueño deportivo.

El 18 de septiembre competirá en el Campeonato Mundial de Utah, en los Estados Unidos, categoría femenil 25-28 años. Hubiese sido su cuarta cita ecuménica, pero por la pandemia se suspendió la de Nueva Zelanda 2020.

En Sudáfrica 2018 se ubicó 24 en 18-24 años con 5h19m. En Francia 2019 fue 83 en 25-29 años con 5h44m. En Norteamérica se propone hacer un buen tiempo, pero prefiere no especificar porque dependerá de las condiciones del terreno y del clima.

Preparación

Con el fin de llegar en óptimas condiciones al Mundial de Utah, de lunes a viernes, empezó a nadar entre 3.000 a 4.000 metros, a pedalear entre 70 a 100 km y a trotar entre 16 a 20 km, diarios. Los fines de semana las rutinas se extendían un poco más.

Desde hace un año y medio es vegetariana. Controla bastante su alimentación con asesoría de una nutricionista quien también le planifica los periodos de hidratación para un mejor desenvolvimiento deportivo.

La proteína animal la reemplaza con bastantes granos: garbanzo, lenteja, etc. Adicional, toma vitaminas y suplementos. Tampoco descuida los masajes con la fisioterapeuta para evitar un posible sobreentrenamiento.

Reconoce que es un deporte costoso. Lo que le anima a seguir adelante es el apoyo de la familia y el compromiso cada vez mayor de la empresa privada para respaldar al deportista. (BST)-(D)