Propuesta de ley y debate

El presidente Guillermo Lasso marca el norte de su administración con su proyecto de ley cuyos ejes medulares radican en materia laboral, social y tributaria.

La propuesta es parte del Plan de Creación de Oportunidades 2021-2025. Sus ejes programáticos  son: económico, social, seguridad integral, transición ecológica e institucional.

El presidente dice no estar dispuesto a ceder al inmovilismo, a no desentenderse del mundo competitivo predominante en el siglo XXI, a enderezar la maltrecha economía del país, agravada por la pandemia; y como parte de este gris panorama, a dar “oportunidades” a más de 5 millones de personas sin trabajo, entre ellos jóvenes y mujeres.

El proyecto de ley propuesto debe cumplir el “ritual” de rigor en la Asamblea Nacional. Y es donde el gobierno pondrá todos sus esfuerzos para persuadir, también ceder en algunos casos, y llegar a consensos.

Un paso difícil, por cierto, dada la configuración de las fuerzas políticas en la función Legislativa. A juzgar por las primeras reacciones de algunos asambleístas, la propuesta del Ejecutivo tropezará con duros escollos. Muchos de ellos hablan de falta de socialización. Otros sectores sociales se quejan por no haber sido considerados para su elaboración.

En el primer caso, ya tienen en sus manos el proyecto; en el segundo, sin desmerecer la sana intención, es difícil diseñar un proyecto de ley, si de por medio hay intereses contrapuestos, visiones económicas disímiles, interpretaciones en contravía sobre la realidad económica y social del país.

Sin duda, el nuevo enfoque para las relaciones laborales a futuro marcará la tónica del debate en la Asamblea, alimentado por sectores sindicalistas, no tanto, y bueno lo fuera, por los millones de desocupados, huérfanos de voz y de representación.

No quedará en segundo plano la propuesta tributaria. Del tema impuestos, a unos les conviene hablar; a otros, no, y mucho más si toca a sus bolsillos.

Como se ve, Ecuador vivirá un mes de agrias polémicas. Ojalá prime la cordura y el sentido de país, un país carente de un proyecto como tal.