Cambios y educación

De privilegio de una reducida minoría, la educación formal ha pasado a ser un derecho fundamental de todos los ciudadanos que, en alta medida, debe asumir el Estado dedicando un importante porcentaje de sus recursos. El ordenamiento y la orientación educativa debe responder a las condiciones de los tiempos en que se vive mediante un permanente proceso de modificación. Por naturaleza la cultura y la sociedad son dinámicas. Si los cambios para el funcionamiento adecuado de los entornos humanos deben nacer de la educación o si la educación debe estar pendiente de esos cambios para modificarse es discutible. En todo caso los procesos educativos tienen que estar en permanente actualización.

En el nivel superior, que se caracteriza por la división en carreras y especialidades, la necesidad del cambio es más acuciante ya que, no solo se trata de actualizar las carreras tradicionales a las condiciones reales mediante un proceso de modernización., sino de ofrecer nuevas carreras que preparen a los futuros graduados para asumir funciones que permitan adecuarse a los cambios y de alguna manera introducir variaciones futuras a lo que es actual. Este proceso, en algunos casos, debe partir de los inicios de este nivel y en otros mediante especializaciones que hagan frente a las nuevas necesidades, partiendo de una formación básica.

Las innovaciones tecnológicas, desde que el ser humano apareció, han influido con mayor o menor intensidad en el ordenamiento social. Estos cambios, en la época moderna, en buen porcentaje han nacido de la investigación universitaria. Pero al margen de estas innovaciones, es muy importante que los que culminan carreras en diferentes áreas estén debidamente preparados para asumir con éxito estos cambios técnicos, no solamente en el ámbito físico, sino con una visión en la receptividad de estas innovaciones en la dinámica de la vida cotidiana, pues aprender no solo se agota en el crecimiento individual, sino en avances colectivos. (O)