Rosalía Arteaga busca dirigir la Secretaría General Iberoamericana

La ecuatoriana Rosalía Arteaga, candidata a dirigir la Secretaría General Iberoamericana (Segib).EFE

La ecuatoriana Rosalía Arteaga, candidata a dirigir la Secretaría General Iberoamericana (Segib), aseguró este martes que así como la pandemia del coronavirus ha obligado al mundo a replantearse muchas situaciones también hay que «repensar» el funcionamiento de ese organismo internacional y hay que hacerlo «a la luz del covid», llevándolo mucho más allá de sus actuales funciones ya que «el mundo en el que fue creada es distinto al que tenemos ahora».

En una entrevista con EFE en Madrid, Arteaga (Cuenca, 1956) explicó su visión de la Segib y los ejes sobre los que se basa su candidatura para sustituir a la costarricense Rebeca Grynspan, ahora al frente de la UNCTAD, el organismo de comercio y desarrollo de la ONU.

«La secretaria Grynspan fue extremadamente exitosa en conseguir consensos y en establecer a la Segib como un espacio de diálogo iberoamericano, esto en las actuales circunstancias es bastante, muchísimo, porque vivimos en un continente que se ha polarizado y eso es real. Su trabajo ha sido muy bien visto por los gobiernos y yo lo reconozco también», dijo Arteaga.

 Arteaga, que fue presidenta de Ecuador por un breve y convulso periodo de seis días, entre el 6 y el 11 de febrero de 1997, tras la caída de Abdalá Bucaram, de quien había sido vicepresidenta, cree que, a partir del camino iniciado por Grynspan, se puede profundizar en las acciones de la Segib.

«Han pasado 30 años y el mundo en el que fue creada la Segib es distinto al que tenemos ahora. Yo valoro mucho lo que han hecho los anteriores secretarios, pero también hay que repensar la Segib a la luz del covid», señaló.

La expolítica ecuatoriana, al frente actualmente de la Fundación FIDAL para la Integración y Desarrollo de América Latina, considera que el organismo internacional debe tener un papel más relevante todavía, articulando temas entre gobiernos, siendo «súper» proactiva en las propuestas, pero también en los diálogos con los países que conforman la comunidad iberoamericana.

En definitiva, «la presencia de la Segib en los países tiene que ser fortalecida», dice Arteaga, maestra y comunicadora de profesión, «que la gente común y corriente sepa lo que es y ahí hay un trabajo de comunicación importante en el que los medios van a jugar un papel fundamental».

Arteaga propone también trabajar de la mano con las otras instancias del sistema iberoamericano, como la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) o el Organismo Internacional de Juventud para Iberoamérica (OIJ), pero también con otras más locales como la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (Coica) en Brasil, el Parlamento o las universidades amazónicas.

«Los temas indígenas son asuntos que pueden tratarse en el seno de la Segib porque los pueblos iberoamericanos somos diversos y multiculturales», indicó la expresidenta ecuatoriana, que acumula entre su extenso currículum reconocimientos como el de administradora emérita de la Amazonía por la red de Asociaciones y Universidades Amazónicas.

EDUCACIÓN, SANIDAD, CAMBIO CLIMÁTICO, LA MUJER Y LA DIVERSIDAD, EJES DE SU CANDIDATURA

La pandemia ha dejado muchas lecciones, dice Arteaga, entre ellas la necesidad de fortalecer la educación y la salud públicas, porque «no puede ser que la gente se quede sin atención médica y tampoco podemos admitir que haya un retroceso brutal en la educación como el actual por falta de acceso a conectividad o porque los profesores no estuvieran preparados».

Por eso, la educación es para ella «una línea fuerte de trabajo», pero también todo lo que tiene que ver con el cambio climático y la diversidad, temas que generalmente afectan más a los pobres, «y América Latina es el continente de las asimetrías», señala.

La ciencia y la tecnología es otro aspecto fundamental para Arteaga, pero también la migración, el empleo y capacitación de los jóvenes y los asuntos de género, como la igualdad de salarios entre mujeres y hombres, el maltrato doméstico, el acoso, la trata de personas o el tráfico de órganos. «No se pueden quedar fuera de la agenda de una organización como la Segib». Tampoco la diversidad, incluyendo los derechos de las personas LGTB, indica.

LAS CUMBRES, FUNDAMENTALES PARA EL DIÁLOGO

Para la articulación entre países de todo esos ejes Arteaga ve «fundamentales» las cumbres iberoamericanas, aunque reconoce que tienen detractores, «pero sirven de espacio de diálogo. Hay que buscar y acentuar esos espacios, pero hay que volver evidente para qué sirven las cumbre al común de las personas. No son declaraciones huecas sino que tienen que ver con la realidad de los países y van acompañadas de acciones».

Espera que en la próxima reunión de cancilleres que se celebrará en noviembre en República Dominicana, sede de la próxima cumbre, se pueda conocer ya quien estará al frente de la Segib.

A su favor argumenta el ser mujer, su experiencia en organismos internacionales, el haber estado en los puestos más importantes de su país, haber sido maestra «de a pie», comunicadora, una persona que se preocupa por los derechos humanos y tener «una capacidad casi infatigable de trabajo», entre otros factores. EFE