Ser mujer de un PPL

Ma Isabel Cordero

Miro en la televisión el rosto de horror y angustia de las mujeres que están fuera de la Penitenciaría de Litoral, no puedo imaginar su dolor e impotencia. Ellas saben que no hay otra que esperar noticias sobre sus seres queridos, tal vez ellas son las únicas que aún los reconocen como humanos.
Todas ellas, mujeres empobrecidas que llevan a hijos en brazos, otras son madres o hermanas, círculos familiares de mujeres que quieren información, que reclaman a gritos se respeten los derechos humanos, guardan en un hilo de esperanza que nadie salga muerto.
Aún no se sabe la cifra exacta, 116 o 300 son los muertos que dejó la masacre en la Penitenciaria del Litoral, muchas de las mujeres que ese día pedían cese al fuego, aún no tienen información sobre sus parejas, sus padres o hermanos que por ser PPL han pasado a ser “Los Nadie” de Galeano.
Varios dirán que ellos se lo buscaron por delincuentes, porque no somos capaces de asumir nuestra responsabilidad en un sistema en donde los más pobres siempre son los que se llevan la peor parte, en donde las mujeres cargamos a nuestros muertos sin recibir nunca una respuesta.(O)
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