La necesidad de sostenerse

Hernan Deleg Pacheco

La historia de la vida en la tierra ha sido un proceso de interacción entre las cosas vivas y lo que las rodea; en una amplia extensión, la forma física y los hábitos de la vegetación terrestre, tanto como en la vida animal; han sido modelados por el ambiente, considerando las etapas terrestres, el efecto contrario en el que la vida modifica lo que la rodea verdaderamente, está representado hoy por el hombre, que ha adquirido en estos últimos tiempos un poder significativo para alterar la naturaleza de su mundo.

Se han necesitado millones de años para engendrar la actual vida terrestre; eras durante las cuales este desenvolver y envolver y diversificar la vida alcanzo un estado de ajuste y equilibrio con su medio ambiente. Este medio ambiente, que transforma y gobernaba esa vida, llevaba es si elementos que eran tan hostiles como protectoras. Ciertas rocas producían radiaciones peligrosas, incluso la luz solar, de la que toda existencia recoge su energía, contenían radiaciones de onda con poder dañino. Con el tiempo no en años, sino en milenios ha alcanzado el ajuste y su equilibrio vital.

La rapidez con la que se crean nuevas situaciones, como el cambio climático por las infracciones cometidas por el hombre a la naturaleza. La radioactividad es ahora la antinatural consecuencia del entrometimiento del hombre en el átomo. La química, a la que la vida tiene que adaptarse, ya no se reduce a ser sencillamente el calcio y la sílice y el cobre y los demás minerales arrancada a las rocas por las aguas; es la creación sintética de la inventiva humana, obtenida en los laboratorios y sin contrapartida en la naturaleza. Cada año se producen nuevos productos químicos, que se adaptan de algún “modo” a la vida terrestre. ¡Y luego! (O)