5 señales comunes de que necesitas realizarte un examen visual

Happy beautiful woman visiting an optometrist

La visión es probablemente uno de los sentidos más importantes para el ser humano, principalmente porque facilita el reconocimiento de nuestro entorno. Sin embargo, existen algunos factores que pueden afectarla, y estas afecciones por lo general se manifiestan en síntomas a los que debemos estar alertas.

Según explica el Dr. Alejandro Lalama, Jefe de Optometría de Óptica Los Andes, los síntomas de los problemas visuales pueden presentarse desde temprana edad, a menudo a partir de los 6 años. Por ello, remarca la importancia de realizarse exámenes visuales periódicamente, que ayuden a determinar si se padece de una enfermedad visual, así como el tratamiento que corresponda. “Estos exámenes deben realizarse anualmente, pero en el caso de los niños, es preferible hacerlos cada 6 meses”, indica el especialista.

Para contribuir a un mejor entendimiento de las señales de que es necesario realizarse un examen visual, el representante de Óptica Los Andes detalla a continuación 5 de las más comunes, tanto en niños, como en jóvenes y adultos:

1. Entrecerrar los ojos para enfocar a larga distancia

Una clásica alerta de que la visión se ha visto afectada es la acción de bajar los párpados sin llegar a cerrar los ojos por completo, para poder ver a larga distancia. “Por lo general, este síntoma está ligado a enfermedades como la miopía, que es una deformación del ojo que impide ver correctamente de lejos, y/o al astigmatismo, que es otra distorsión visual que provoca visión lejana y cercana borrosas”, señala el experto.

2. Acercarse los objetos para ver o leer bien

Cuando la persona se ve en la necesidad de llevar muy cerca de sus ojos algunos objetos como celulares, libros, o periódicos para poder visualizarlos bien, o para leer textos en ellos, es momento de hacerse un chequeo visual. “Otro síntoma similar, y al que no se debe pasar por alto, es el tener que acercarse mucho al televisor o a la computadora para poder ver bien, que es uno de los más comunes desde la implementación de la teleeducación y el teletrabajo”, indica Lalama.

3. Presentar dolores de cabeza al realizar actividades de visión cercana

Si al realizar actividades como leer (en papel o en pantalla), coser, llenar crucigramas o hacer manualidades, la persona presenta dolores de cabeza, es muy probable que padezca de alguna enfermedad visual. De acuerdo con el representante de Óptica Los Andes, “…estos dolores son consecuencia de la fatiga ocular, que se produce cuando los ojos se cansan de trabajar intensamente durante mucho tiempo”.

4. Enrojecimiento de los ojos

Los ojos rojos pueden deberse a múltiples factores como la dilatación de vasos sanguíneos ante una alergia o contaminación ambiental (humo, vapores o exposición a productos químicos). Sin embargo, cuando el enrojecimiento es común, puede ser signo de un trastorno o enfermedad visual. “En estos casos, un examen podría confirmar o descartar la presencia de enfermedades como la uveítis, que es una inflamación de la úvea, o el glaucoma, que provoca que los conductos que transportan el líquido en los ojos se desarrollen de manera anormal”, advierte el especialista.

5. Inclinación de la cabeza hacia adelante o atrás

La postura de la cabeza, idealmente, debe ser siempre erguida. Si una persona nota que, al contrario, su cabeza tiende a inclinarse hacia adelante o atrás, podría deberse a problemas relacionados con la visión. “Por ejemplo, si el paciente presenta una desalineación de sus ojos, podría estar compensando la misma moviendo la cabeza para prevenir una visión doble; o si sufriera de ptosis, que significa que tiene el párpado caído, podría tratar de elevar su mentón para ayudarse a ver debajo de dicho párpado”, puntualiza el Dr. Lalama. En cualquiera de estos casos, la recomendación del experto es realizarse un examen visual, que es un proceso estándar y sin dolor, en el que el médico especialista evalúa al paciente en varias etapas. Primero le realiza una serie de preguntaspara conocer su estado de salud general y el motivo principal de la consulta. Luego hace una valoración general de la visión del paciente, tanto de cerca como de lejos, ayudando a detectar la mayor capacidad de visión, con lentes o sin ellos. Posterior a ello, se pasa al examen visual computarizado, que a través de un equipo denominado autorefractor, se toman parámetros visuales que contribuyen en la elaboración de un buen diagnóstico. Después se pasa a la retinoscopia, una prueba que sirve para medir el poder refractivo del ojo interpretando la luz reflejada en su retina. Seguido de ello, el profesional efectúa ciertas preguntas con el objetivo de determinar la medida exacta del paciente. Y finalmente, una biomicroscopía, que es una exploración se realiza con una lámpara de hendidura que permite mirar la superficie del polo anterior del globo ocular, con el fin de revisar el estado exterior del ojo, encontrando indicios de patologías como pterigium o queratocono.