Asegurar una recuperación sólida

Bladimir Proaño

Si queremos una recuperación más sólida y conformar un Ecuador pospandémico mejor para todos, es posible si todos arrimamos el hombro para superar las divisiones y desigualdades.

Estados Unidos y China siguen siendo los motores esenciales para nuestro crecimiento, aunque evidencian pérdida de protagonismo cuando otras economías avanzadas y emergentes están cobrando impulso (Italia y Europa en general). Según el FMI, prevé que el producto económico de las economías avanzadas volverá a situarse en las tendencias de antes de la pandemia en 2022. En cambio, la mayoría de los países emergentes y en desarrollo tardaremos muchos años en recuperarnos.

Nos corresponde afianzar las negociaciones con aquellos países de estos grupos de avanzada y explorar las oportunidades de entablar vínculos comerciales con estas nuevas economías en fuerte recuperación. También tenemos que calibrar la política fiscal, a través de medidas que favorezcan a aquellos sectores de la población que aún no recuperan sus ingresos producto del desempleo que generó la pandemia. Movilizar la nueva deuda a proyectos sociales auténticos, focalizar las ayudas para superar o mejorar las desigualdades que persisten y que se agudizaron con la pandemia. Las estadísticas de pobreza así lo dicen, como también evidencian en dónde están aquellos que necesitan, no solamente un trabajo, sino atención de su salud, su rehabilitación y su bienestar.

Los ciudadanos tenemos urgentemente que reflexionar que la pandemia tiene que servir para no aferrarnos a lo material, sino a ser mas solidarios, a no pensar en el lucro exagerado, a compartir lo que tenemos. Las empresas de clase mundial son fuertes y ganan mucho dinero, pero ganarán más cuando puedan crear espacios para que sus trabajadores y sus familias consigan sentirse bien y ser lugares donde sea feliz trabajar. Con estos inputs seguro nos recuperaremos de manera sólida. (O)