La loca de Juana

DE HISTORIA EN HISTORIA Bridget Gibbs Andrade

Hoy les voy a contar la historia de Juana la Loca, hija de los reyes católicos. Según unos era muy encantadora, pero la mayoría de las fuentes coinciden en que era hipocondríaca y depresiva. Tras la muerte de sus hermanos se vio cerca de gobernar el reino, cosa que no convenía a nadie debido a los rumores de su extraño comportamiento.

La casaron con Felipe de Austria, “el hermoso”, que de hermoso no tenía nada, al que Juana celaba con locura. Aclaremos que Juana era loca, no tonta, y era consciente de las infidelidades de su marido. Tras la muerte de Isabel la Católica, madre de Juana, Felipe es influenciado por su padre que se da cuenta que puede gobernar Castilla a través de su hijo.  

El testamento de la reina difunta estipulaba que su esposo podía ser regente de la corona, es decir, padre e hija cogobernarían. Pero Felipe va con Luis XII de Francia y hacen un acuerdo: a cambio de su apoyo para hacerse de la corona de Castilla, le ofrece ayudarlo a recuperar Nápoles (que era española). El padre de Juana se pone las pilas y le ofrece matrimonio a la sobrina de Luis XII a cambio de que el heredero de ambos gobierne el reino, y así el trato con Felipe quedó en veremos.

Juana tuvo seis hijos, como verán, no desperdiciaba su tiempo con Felipe que la manejaba a su antojo, pero le duró muy poco el gusto de gobernar Castilla muriendo en Burgos al año de su llegada. A su muerte, la locura de Juana se desata durmiendo junto al cadáver en el lecho conyugal, partiendo a un peregrinaje con el ataúd de su esposo. Tres años después, su padre le convence de enterrar a su amado en Tordesillas y que ella se quede descansando ahí. Pero es una trampa y ordena que la encierren.

Cuando muere su padre, Fernando II, el hijo de Juana, Carlos I, sabiendo que está encerrada la  visita y descubre que vive en condiciones terribles. Pero más terrible fue su actitud. La deja encerrada para hacerse con el trono. Juana tuvo mala suerte de vivir muchos años. Y digo mala suerte porque en una época en la que la gente moría más joven, vivió hasta los 75, pasando más de 45 años encerrada.

Quizá su vida les suene lejana y triste, pero aún pasan historias así. No permitan nunca que en nombre del amor les controlen y pierdan su libertad. Y si lo permiten, están más locos que la loca de Juana. (O)