¡Mira, un fantasma!

Caroline Avila @avilanieto

En clases de comunicación de crisis sabemos que el primer desafío al enfrentar una crisis es recuperar el control de la narrativa.  La forma de hacerlo debería ser a partir de la entrega de certezas, información que permita contrarrestar el escenario de incertidumbre. Dado que este camino es el más largo y complejo, el recurso de la distracción es bastante eficiente.  De ahí que es un juego de niños gritar “¡mira, un fantasma!” para que la mirada se distraiga.

Eso fue lo que sucedió al final de esta semana en la conversación política ecuatoriana.  Si la narrativa de los Pandora Papers estaba ahogando la agenda gubernamental y el conflicto político en torno a esta investigación comenzó a minar tanto la credibilidad como la popularidad del presidente Lasso, el primer paso hacia el cambio de narrativa se dio en una entrevista con Carlos Vera y a su manera. La entrevista inició con la distracción sobre el “Triunvirato de la conspiración”, tema que exigió respuestas de los tres políticos aludidos, con lo que los posteriores titulares, tuits y foros radiales dejaron de lado la evasión de impuestos, las cuentas off shore y se han concentrado en la pugna política ante un posible atentado a la democracia.

La jugada es riesgosa sobre todo porque en este intento distractor, Guillermo Lasso ataca cualquier opción política en la Asamblea y aun no hay mucha claridad en el apoyo de la élite mediática. Será necesario esperar unos días para evaluar si los poderes se alinean con esta agenda y logran darle un respiro al gobierno para asegurar su puesto e intentar avanzar con la agenda política post vacunación.  Una agenda que hasta ahora sigue tan invisible como aquel fantasma. (O)