Subsidiar los combustibles

Ojalá la decisión presidencial de suspender el alza mensual de los precios de los combustibles, atada a un sistema de bandas fijado por el gobierno anterior, amainen los vientos de violencia y hasta de desestabilización.

El anuncio del presidente Guillermo Lasso fue sorpresivo, si bien, y así lo entendemos, tras analizar la coyuntura política y acaso también la económica.

Convertido en una especie de mecha para encender el fuego de violentas protestas, tales precios históricamente han sido un vía crucis para los diversos gobiernos.

Días atrás, Lasso se mostró firme al reiterar su decisión de no eliminar el sistema de bandas. No es lo más conveniente para apuntalar la maltrecha economía del país, argumentó.

De otro lado, presionaban los transportistas. Entre ellos, al parecer nunca cuajó la propuesta gubernamental para focalizar los subsidios, cuyos estudios no estaban sino en la teoría.

Ni se diga la presión del sector indígena. Conducido ahora por el filo del extremismo, exigía la derogatoria del decreto pro alza mensual de los combustibles, so pena de asirse a la “resistencia” de cuya aplicación el país conoce sus resultados, y a la cual sigue invocando pese a la suspensión.

Si bien el gobierno podría desactivar posibles actos de violencia, tramados quien sabe con otras oscuras intenciones, su decisión repercutirá en el manejo de la economía del país.

Busca “brindar estabilidad a los bolsillos de los ecuatorianos” ha dicho el presidente, dando la razón a quienes consideran la incidencia directa del precio de los combustibles en la economía de la gente, entendible, además, hasta por sentido común.

Así las cosas, el rumbo hacia la eliminación de los subsidios de los combustibles se frena, con toda su carga negativa a cuestas. El gobierno, ya no el sistema de bandas, reasume su rol de fijar los precios.

Son los contrastes del ejercicio del poder; de un país petrolero sin un sistema de refinación del crudo para producir combustibles de calidad y en cantidad a fin de limitar sus importaciones.