Educar para pensar

Francisco Olmedo Llorente

F. Jacob, Premio Nobel de Medicina, afirma que «nada causa tanta destrucción como la obsesión por una verdad considerada absoluta. Todos los crímenes de la historia son consecuencia de algún fanatismo».

El leitmotivde estas palabras se ha concretado en una cadena de ciertos vocablos con «ismo»(dogmatismo, fanatismo…), convertidos en focos de desolación. Dicha cadena carece de sustento científico-filosófico. La propia ciencia -las llamadas coloquialmente ciencias «duras»-  ha contribuido a derribar la idea de una verdad absoluta, en aras de una verdad aproximada, parcial, provisional. Como dice el filósofo Jules Lagneau, «sólo hay una verdad absoluta, y es que no hay ninguna verdad absoluta».

Las ciencias denominadas «blandas» tienen menor fuerza epistemológica (por su carga ideológica, carencia de falsabilidad, menor objetividad) para fundamentar los «ismos». En cuanto a la filosofía, «es la única cura para el fanatismo» (Voltaire)..

Para el filósofo francés Alain, la filosofía es un vector de «buena vigilancia de la mente». Su objetivo es aprender a reflexionar, desconfiando de las ideas prefabricadas.

Alain opone los vocablos «pensar» y «creer». Pensar es re-flexionar (es volver el pensamiento sobre sí mismo) para examinar y cuestionar prejuicios, opiniones, creencias. «Pensar es decir no» (a uno mismo). Es «negar lo que uno cree». En esta tarea, la duda es «la sal de la mente». Sin ella, «todo conocimiento se pudre pronto». Al contrario que las verdades consideradas  absolutas, la duda favorece la tolerancia.

«Creer», en cambio, es «decir sí». Es adormecerse en brazos del dogmatismo, falto de la duda que escarba. Creencia «es la palabra común que designa cualquier certeza sin prueba» (Alain). Creer es lo contrario de dudar. Creer agrada porque libera de la «aventura» de pensar y de las dificultades de dudar.

La educación para pensar, en sentido riguroso, tiene quepromover en los niños y jóvenes una actitud crítica y un pensamiento crítico, para precaver las expresiones peligrosas de muchos «ismos». (O)