¡Apaguen los mecheros!

“Candil de la calle, oscuridad de su casa”. Se protege a las Islas Galápagos, pero se incrementa la perforación de pozos petroleros en el Parque Nacional Yasuní. Afirman que Ecuador contribuirá a la reducción de la emisión de carbono, pero no se respetan las decisiones tomadas por cortes nacionales e internacionales que han dicho: ¡Apaguen los mecheros! Hablan de respeto a la democracia, pero no acatan las decisiones de la mayoría del pueblo ecuatoriano, que ordenó: ¡No a la minería! Se dicen “el Gobierno del diálogo”, pero se desacredita a líderes sociales y se amenaza con no hablar con algunos de ellos y hasta de muerte cruzada, en una muy errada lectura política de la situación de un país con sus finanzas quebradas. Acusan a la Asamblea Nacional de obstrucción de la acción del Ejecutivo y de intentos de atentar contra la gobernabilidad, pero no llegan las transferencias que por Ley les corresponde a los gobiernos locales. Sacan a las Fuerzas Armadas para “dar seguridad a la ciudadanía”, pero no logran recuperar el control en las cárceles del país. Se maquilla la grave crisis del Ecuador y se desvía la atención de la ciudadanía acusando a la oposición de intentos de desestabilización, cuando sin casi ningún capital político –y menos enraizado en políticas sociales– gobierna el señor Lasso bajo las consignas de sus tres campañas presidenciales: privatización, libre comercio y desregulación económica. (O)