El Ecuador productivo


En medio de la incertidumbre generada por reclamos al gobierno, de pugnas políticas, de manifiestas advertencias con un paro nacional, y hasta de cierta ansiedad por dejar atrás, de una vez, la pandemia, miles de personas sobresalen con sus negocios, inventan, se dan modos para producir.

A raíz de la pandemia, los negocios, el comercio, en unos casos surgen; en otros se afianzan y agrandan. No importa su magnitud ni el margen de ganancia; ni se diga los emprendimientos, es decir, esa idea surgida de la necesidad de crear, de ser más, plasmarla y mostrarla al público.

En el caso de Cuenca, en los últimos tiempos jóvenes universitarios se destacan, sobre todo en el área técnica. Demuestran cuánto puede la buena enseñanza académica, sus capacidades innatas para inventar, el uso de la tecnología, más la perseverancia por sobresalir.

En su edición especial por el 3 de Noviembre, El Mercurio difundió reportajes sobre algunos jóvenes universitarios cuyos trabajos hasta compiten a nivel mundial, son referentes para replicarse en otros centros de estudios superiores, y ejemplos a seguir por los demás estudiantes.

Como ellos, hay más. No solo en Cuenca, sino en gran parte del país. Las ofertas académicas tecnológicas de las universidades cobran más importancia e interés entre los estudiantes; además de ser oportunidades para obtener becas en el exterior y hasta de concursar.

Cuenca, ciudad artesanal por excelencia, aún muestra a hombres y mujeres, familias enteras en muchos casos, dedicadas a sus oficios.

Sobresalen pese al poco apoyo del Estado central, de los Municipios. Si bien se capacitan en el área comercial, a usar la tecnología para mostrarse al mundo, la intermediación todavía es su escollo.

A raíz de la pandemia, en las grandes vías, aun a costa de potenciales riesgos, florecen negocios pequeños y medianos, sobre todo los gastronómicos, de artesanías, viveros de plantas, y otros.

Todo eso es parte del Ecuador productivo, de quienes tienen como meta trabajar, estudiar, emprender.