Expertos consideran que el indulto presidencial será insuficiente para enfrentar la crisis carcelaria

El número de personas beneficiadas sería mínimo y no aliviaría el hacinamiento penitenciario.

Imagen exterior de la cárcel de Guayaquil. Archivo

El presidente Guillermo Lasso, a través de los decretos ejecutivos 264 y 265, otor- gó el indulto presidencial a dos grupos de Personas Privadas de la Libertad (PPL): a quienes tienen enfermedades graves o catastróficas y a los acusados por infracciones de tránsito.

Según se argumenta en los decretos, el objetivo de la medida es salvaguardar la seguridad y la vida de las personas en situación de vulnerabilidad y de quienes no representan riesgo o peligro para la sociedad, tomando en cuenta los episodios de violencia ocurridos en los centros de detención en los últimos meses.

El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de Libertad (SNAI) informó que al momento se encuentran procesando, junto con el Ministerio de Salud y el sistema judicial, el número de personas que se beneficiarían de esta medida, para evitar dejar fuera del proceso o incluir a personas que no se ajustan a lo que establecen los decretos.

Mínimo

Sin embargo, expertos consultados puntualizan que el número de personas que se beneficiarán de esta medida será mínimo, lo cual no contribuirá a uno de los objetivos principales de la medida: aliviar el hacinamiento carcelario, que, según información proporcionada por la SNAI, se ubicaenel30%,deun total de 39 mil detenidos que registra el país.

De acuerdo con el Diagnóstico Situacional e Interdisciplinario del Sistema Penitenciario del Ecuador, elaborado por el centro de Etnografía Kaleido, solo 774 personas se podrán beneficiar del Decreto 265, pues al momento padecen una enfermedad catastrófica o terminal, tuberculosis o VIH.

Hacinamiento

El caso de las personas juzgadas por delitos de tránsito es aún menos significativo, pues según explicó el penalista Pablo Encalada, este tipo de infracciones tienen penas de entre 3 y 15 días y en las ciudades grandes los sentenciados por estos casos incluso tienen cárceles especializadas, es decir, que no se encuentran con las bandas delincuenciales y su presencia no agrava el problema de hacinamiento.

“Lo más seguro es que a estas personas les llegue antes su boleta de excarcelación, que el indulto, porque son casos menores, esto no ayuda en nada, se dan respuestas fáciles a problemas complejos, no sé si el presidente no entiende el tema o está mal asesorado”, puntualizó el experto.

El bajo número de personas que se beneficiarían de este indulto se reduce aún más por los requisitos que deben cumplir, pues no podrán haber sido sentenciados por delitos imprescriptibles, los cuales implican violaciones a los Derechos Humanos; además de violencia contra la mujer; peculado; cohecho; tráfico de influencias, concusión; testaferrismo; lavado de activos; en total, 36 tipos de infracciones que los dejaría fuera de este beneficio.

Sin embargo, para Néstor Bolaños (nombre ficticio, no quiere identificarse por miedo a represalias), familiar de una de las personas asesinadas en la Penitenciaría del Litoral el pasado 12 de noviembre, una medida como la adoptada por el primer mandatario habría significado salvar la vida del joven de 23 años, que fue acusado por el robo de un celular y en este lugar se contagió de tuberculosis. Quito.- (ASM)-(I).