Una carta sobre inmigración de Johnson a Macron agita su delicada relación

El primer ministro británico, Boris Johnson, sale 10 Downing Street antes de las preguntas del primer ministro en el Parlamento de Londres, Gran Bretaña, el 05 de febrero de 2020 (emitido nuevamente el 27 de marzo de 2020). Según los informes, el primer ministro británico, Boris Johnson, dio positivo por coronavirus COVID-19. Johnson está en cuarentena domiciliaria pero continúa trabajando. (Reino Unido, Londres) EFE / EPA / ANDY RAIN *** Local Caption *** 55850456

La tensa relación diplomática entre París y Londres volvió a marcar este viernes las conversaciones entre ambos países, después de que Boris Johnson haya hecho pública una carta en la que invita a Francia a que recupere a los inmigrantes que atraviesan el Canal de la Mancha.

El Ministerio francés de Interior anunció a primera hora de la mañana que retira la invitación al Reino Unido de la reunión que debe celebrarse este domingo en Calais entre los responsables de migración de la Comisión Europea, Holanda, Bélgica, Alemania y Francia, y en la que de momento Londres no estará presente.

El entorno del ministro del Interior, Gérald Darmanin, consideró que la misiva al presidente francés que el primer ministro británico hizo pública en su cuenta de Twitter este jueves es un acto «inadmisible» y «contrario a las discusiones entre homólogos».

«Estoy sorprendido de estas formas, no son serias», dijo desde Roma el presidente francés, Emmanuel Macron, que advirtió que la invitación a la responsable de Interior británica, Priti Patel, volverá a estar sobre la mesa si el Gobierno británico «decide comportarse con seriedad».

En la carta, publicada este jueves, el líder tory detalla las cinco medidas que le gustaría ver para «avanzar más y más rápido» en la crisis migratoria del Canal de la Mancha y evitar que se repita una tragedia como la de este miércoles, cuando 27 migrantes perdieron la vida ahogados al tratar de acceder a ese país en una embarcación precaria.

Entre otras propuestas, Johnson pide a Macron «patrullas conjuntas para evitar que salgan más embarcaciones de las playas francesas», el despliegue de tecnología y patrullas en las aguas de cada uno y un acuerdo bilateral con Francia sobre «devoluciones», así como negociaciones para establecer el acuerdo de retornos entre Reino Unido y la Unión Europea.

Pero París, que culpa a Londres de mantener una doble moral con un mercado laboral que favorece la contratación de mano de obra clandestina, considera que haciendo pública esta carta está valiéndose de la crisis para sacar rédito político en su país.

NUEVO DESENCUENTRO DIPLOMÁTICO

Interrogado sobre la polémica que vuelve a poner en evidencia la delicada relación entre el Gobierno de Macron y el de Johnson, el portavoz del Ejecutivo francés, Gabriel Attal, tachó la misiva de «pobre en el fondo y fuera de lugar en la forma».

«No respeta todo el trabajo de nuestros guardacostas, policías, gendarmes, socorristas en el mar. En el fondo propone un acuerdo de reubicación que no es evidentemente lo que se necesita para solucionar el problema», dijo.

«Estamos hartos de dobles discursos y de externalizar los problemas», añadió.

Este desencuentro es un nuevo episodio en la escalada de tensión entre ambos países, que se ha pronunciado tras la ejecución del Brexit.

A finales de octubre, Francia dio un ultimátum a Londres por la falta de concesión de licencias a sus pescadores, un documento necesario tras el Brexit para poder faenar en aguas británicas.

París se quejaba de que el total de las licencias que no habían sido concedidas eran francesas y prometió responder prohibiendo el acceso de los pesqueros británicos a sus puertos, limitando la cantidad de pescado británico distribuido en Francia e incluso aumentando las trabas a los camioneros que llegaban de la isla.

Las reuniones iniciadas entonces han permitido pausar el veto, si bien tras varias semanas no han logrado hallar un acuerdo.

Tanto es así que los pesqueros franceses han organizado bloqueos este viernes en Saint-Malo, Calais y Boulogne-sur-Mer, algunos de los principales puertos, para protestar contra la actuación del Reino Unido, que consideran discriminatoria.

En septiembre, Francia también criticó con fuerza a Londres tras la alianza de defensa entre Estados Unidos, el Reino Unido y Australia, que supuso la cancelación de un multimillonario contrato de submarinos franceses por parte de Canberra. EFE