¡Que vuelva la UDA!

Caroline Avila

El himno de la Universidad del Azuay, escrito por profesores insignes como Joaquín Moreno y Claudio Malo describe a la institución como un espacio “abierto a las ideas, abierto al pluralismo y a la diversidad”. Me ilusiona pensar que la UDA se ha escrito con esos fundamentos de tolerancia, recepción a la crítica y democracia, valores que han sido puestos en la mesa de discusión en el contexto del proceso electoral que se vive para renovar a sus autoridades.

La conversación en el demos universitario gira alrededor de la supervivencia económica de la Institución.  Desde que se eliminó la pensión diferenciada y debido al aumento del valor de la colegiatura, la UDA ha perdido un poco más de mil estudiantes durante los últimos cuatro años.  La propuesta planteada en campaña para que vuelva la UDA con un modelo de pensión diferenciada es una opción para garantizar la sostenibilidad económica. 

Que vuelva la UDA es, a su vez, un clamor por la dignidad laboral.   Que el final del ciclo no sea una aflicción por las horas del distributivo o las materias asignadas. Que podamos saber cuál es nuestra capacidad de endeudamiento porque el sueldo no debería ser una variable inestable que cambie de un semestre a otro.   Finalmente, el clamor a que vuelva la UDA es reconocer la necesidad de que exista verdadera discusión y crítica en el seno del Consejo Universitario. Que los decanatos y subdecanatos sean electos en procesos democráticos por Facultad.  Que la gestión administrativa sea realizada con transparencia y cercanía.

Me ilusiona pensar en un proyecto para una Universidad con todos y todas, con respeto a la dignidad laboral, a la democracia y con énfasis en los estudiantes. Motivos más que suficientes para que ¡vuelva la UDA! (O)