Infamia

Andrés Ugalde

Cuando pensamos que la inmadurez y el egoísmo de la política ecuatoriana ya no pueden ir más lejos, se las arreglan para sorprendernos. Y lo digo por el último exabrupto de la Asamblea Nacional, aquella sesión en la que, en una verdadera apología del cinismo político y el sectarismo de trinchera, los legisladores se entramparon en un estéril juego de minorías por las que fueron negando, sistemáticamente, todas las opciones posibles para darle tratamiento a la siniestra “Ley Orgánica para el Desarrollo Económico y Sostenibilidad Fiscal tras la Pandemia COVID-19”. Carencia de voluntades, apetitos políticos y finalmente, un infame acuerdo entre los bloques del correísmo y el oficialismo (¿no eran enemigos jurados?) para abstenerse del voto y dejar al Pleno de la Asamblea sin opciones, provocando la entrada en vigencia “por el Ministerio de la Ley” de uno de los cuerpos legales más destructivos de cuantos se han aprobado en nuestro parlamento.

Y resultados están a la vista: una ley sin atisbo de legitimidad, que pretende recaudar USD 1.900 millones mediante el sacrificio de la clase media, eliminando las deducciones del impuesto a la renta e incrementando, en consecuencia, hasta en 200% los tributos a pagar. Una ley que plantea, con el más absoluto cinismo, el funesto RIVUT (Régimen impositivo voluntario, único y temporal), por el cual, a cambio del pago de un minúsculo tributo que no supera el 5.5% se podrá comprar la impunidad con respeto al “incremento patrimonial no justificado” referente a los dineros que algunos tiene en el exterior, incluyendo supongo, aquellos capitales mencionados en los “Pandora Papers” que el propio presidente tiene en el exterior.

Sí. Cuando el Ecuador entero votaba en las urnas para salir de una vez por todas de la oscura revolución, muchos temíamos que el remedio fuera igual a la enfermedad. Todos temíamos que el nuevo mandatario, surgido y formado por las élites económicas, llegase a gobernar para ellas. Lo que no esperábamos era que suceda tan pronto y que lo haga mediante un oscuro acuerdo con el correísmo que juró proscribir. Y sin embargo, allí está… (O)