La producción petrolera de Ecuador afectada de nuevo por erosión del río Coca

El Ministerio de Energía y Recursos Naturales No Renovables declaró la fuerza mayor para el sector petrolero en el país por los efectos de la erosión en el río Coca. EFE

La erosión regresiva del río Coca, en la Amazonía, vuelve a afectar la producción petrolera de Ecuador con un descenso de alrededor del 53 % en los últimos días, según datos oficiales conocidos este martes.

De acuerdo con la Agencia de Regulación y Control de Energía y Recursos Naturales No Renovables, este lunes se produjeron 229.336,45 barriles, frente a los alrededor de 486.000 diarios de promedio durante la semana pasada.

Del total de la producción, 159.657 barriles corresponden a la empresa pública Petroecuador y 69.679 a las privadas.

PROBLEMAS RECURRENTES

El problema de la erosión del río Coca comenzó en febrero de 2020 con el desplome de la cascada de San Rafael y, desde entonces, se han desarrollado varios trabajos en la zona para evitar la afectación a los oleoductos en ese sector: el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE, privado) y el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP-privado).

«Es una situación complicada, pero solucionable en un plazo relativamente corto debido a que lo que tienen que hacer es poner una tubería a mayor distancia de la orilla», dijo a Efe el analista económico Walter Spurrier.

El problema, precisó, es que el oleoducto va por el cauce del río en el sector del volcán Reventador, que está activo: «Es una zona sumamente complicada y no hay mucho espacio hacia dónde llevar el oleoducto».

Por lo pronto, aseveró, «en el corto plazo, corriendo (el oleoducto) unos cientos de metros (..) la producción petrolera debería normalizarse en un plazo relativamente corto».

LA PRODUCCIÓN

La erosión regresiva (proceso de propagación de la erosión fluvial hacia la parte alta de los ríos o barrancos) se evidenció en abril de 2020 cuando el mismo fenómeno natural ocasionó la ruptura de las tuberías y un derrame de unos 15.000 barriles.

En ese momento, las dos empresas realizaron desvíos de sus oleoductos, pero sin resolver realmente el problema.

«Es un problema recurrente que tienen que estudiar muy bien», insistió Spurrier al asegurar que hasta ahora las dos empresas han tomado medidas que «consideraban óptimas para no incurrir en costos demasiados elevados».

El petróleo es el principal producto de exportación del país andino y su venta financia una parte importante del presupuesto nacional, alrededor del 30 %.

El año pasado, la paralización de la producción afectó a las finanzas ecuatorianas en el peor momento de la pandemia del coronavirus.

DECLARACIÓN DE FUERZA MAYOR

Y al igual que entonces, para evitar problemas contractuales, el Ministerio de Recursos Naturales no Renovables decretó ahora la exención de fuerza mayor para las empresas petroleras que mantienen contratos bajo la modalidad de prestación de servicios en el país.

Se trata de una cláusula que permite interrumpir ciertos compromisos cuando se producen circunstancias imposibles de prevenir y que pueden obstruir o retrasar las obligaciones contraídas, como puede ser el caso de un fenómeno natural que ponga en riesgo la infraestructura petrolera.

La medida habilita al país a suspender temporalmente la extracción de sus yacimientos de acuerdo a las posibilidades de almacenamiento, y evitar con ello reclamaciones del mercado internacional.

Según Spurrier, por el momento no se pueden calcular las pérdidas para Ecuador pues «lo que deja de venderse» se sabrá más adelante pues habrá que tener en cuenta que  había «crudo almacenado en los tanques para exportación».

Se trata de la tercera ocasión que el Ejecutivo ecuatoriano decreta la aplicación de esta cláusula por la erosión regresiva en el río Coca o sus afluentes: la primera fue en abril de 2020 y la segunda en julio, por deslizamientos de las paredes fluviales en el mismo cauce.

El Gobierno informó que ha comenzado a aplicar planes de contingencia «para minimizar el impacto» en toda la cadena de «exploración, producción, refinación e industrialización, transporte y almacenamiento», así como en «la comercialización interna y externa de hidrocarburos y sus derivados».

Entre estas medidas, la construcción de desvíos en su oleoducto que permitan reanudar el bombeo del crudo.

Por su parte, OCP -que paralizó el bombeo de 150.000 barriles diarios el pasado miércoles y drenó la tubería- dijo haber reanudado parcialmente el bombeo desde la estación Sardinas hacia Esmeraldas, con un 10 % de su capacidad. EFE