René Guerrero forjó su carácter de luchador en el campo

René Guerrero Lucha Azuay
René Guerrero es entrenador de lucha olímpica en la Federación Deportiva del Azuay. Xavier Caivinagua/El Mercurio

René Guerrero tiene más de una década como entrenador de lucha olímpica en la Federación Deportiva del Azuay. Siempre agradece a la vida y a Dios por haber disfrutado su niñez en Marianza, un barrio de la parroquia Sayausí, en el Noreste de Cuenca, cerca del Parque Nacional Cajas.

Amarrar a los terneros, sacar leche, coger hierba, cargar leña, arar las pampas de maíz, cambiar postes de alambre, ayudar a la abuela en los quehaceres, ir de pesca al río, fueron algunas de las labores que realizaba a la par de los estudios primarios y secundarios.

Está seguro que el trabajo en el campo forjó su carácter y formó un cuerpo atlético que le ayudaron a triunfar en la lucha olímpica. Empezó en el deporte a los 14 años después de atender una convocatoria en el colegio Octavio Cordero Palacios.

Su familia siempre tuvo un apego por los deportes de combate y las pesas. En la televisión estaban pendientes de las peleas del cachascán, de la lucha loca; y miraban las películas de Sylvester Stallone (Rocky Balboa), Jean-Claude Van Damme, Arnold Schwarzenegger.

Se retiró del deporte de alta competencia en 2001 tras representar al país por cerca de una década. En 2004 empezó a trabajar como entrenador en la Federación Deportiva del Azuay después de realizar labores de mensajería.

Su esposa Fernanda Vásquez, comerciante de flores, le apoyó para que a sus 32 años ingresara a la Universidad y obtenga la licenciatura en Cultura Física. Sus hijos Santiago, Renato y Esteban practicaron natación y fútbol, pero también se decantaron por la lucha.

René, de 47 años, confiesa que nació en un hogar cristiano evangélico. No podía ir a una fiesta porque era pecado, sin embargo, le atraía bastante la música, en especial el rock latino y clásico. En esa época sonaban con fuerza los Ilegales, Hombres G, Guns N’ Roses, Metálica, etc.

“Mi papá nos dejaba encendido el radio para que escuchemos un programa solo de cristianos para niños en la HCJB La Voz de Los Andes, de Quito. Obviamente eran buenos programas, daban música ecuatoriana, pero cuando mi papá salía, yo me ponía a escuchar rock”.

Solo con ver a distintas bandas aprendió a tocar la batería. Hoy es uno de sus hobbies favoritos junto a ir de pesca, conversar de política y cantar en el karaoke por más que “mi mujer me dice: cantas feísimo”. (BST)-(D)

Algunos de sus logros.

  • Bronce en los Juegos Bolivarianos de Cochabamba, Bolivia, 1993.
  • Bronce en los Juegos Sudamericanos de Valencia, Venezuela, 1994
  • Plata en los Juegos Panamericanos de Mar del Plata, Argentina, 1995.  
  • Cuarto lugar en los Juegos Bolivarianos de Arequipa, Perú, 1999.
  • Bronce en los Juegos Bolivarianos de Ambato, Ecuador, 2001.