La Virgen de la Nube: tradición y fe que perduran en el tiempo

La Virgen de la Nube en una procesión. Cortesía.

Sin duda, una de las tradiciones religiosas más importantes en el país, es la devoción a la Virgen de la Nube, advocación mariana en cuyo honor, se celebran importantes fiestas en enero y mayo de todos los años en la ciudad de Azogues. 

De acuerdo a la creencia, esta devoción tiene su origen en una aparición que la Virgen María, habría hecho en el cielo quiteño en el año de 1696, cuando numerosos fieles en procesión, rezaban por la salud de su Obispo, Sancho de Andrade y Figueroa. La prueba del milagro para todos fue el hecho de que el sacerdote sanó repentinamente de su grave dolencia en el mismo momento en el que la Virgen habría aparecido. 

Desde ese entonces se dio el nombre de “Virgen de la Nube” a esta advocación mariana, por la forma en la que la Madre del Salvador se habría presentado en el cielo quiteño: De pie sobre una nube, sosteniendo con su mano derecha una rama de azucenas y con su brazo derecho, al Niño Jesús.

La Virgen de la Nube en el cerro Abuga. Cortesía

Siglos más tarde, el padre Julio María Matovelle, tuvo la visión de instaurar  en Azogues (en el cerro Calvario) una ermita dedicada  a este hecho milagroso y confiarla a la Comunidad Franciscana.  Se donó para ello un cuadro que representa la milagrosa aparición de la Virgen y posteriormente se encargó al artista Daniel Alvarado, esculpir la imagen de la Virgen de la Nube  entre 1896 y 1899.

El 21 de febrero de 1912, en el mismo lugar,  inició la construcción del Convento Franciscano y el Santuario de la Virgen de la Nube y posteriormente, se encargaría la creación de otra escultura de la Virgen (esta vez en mármol y de mayores dimensiones) al artista azogueño Daniel Mogrovejo. Esta imagen, se la colocó sobre el arco de la fachada principal del santuario.  

El 24 de octubre de 1965, la comunidad de los Reverendos Padres Franciscanos de Azogues por Intermedio de Monseñor Dr. Manuel de Jesús Serrano Abad, Arzobispo de Cuenca, consiguió del Papa Paulo VI el Decreto de Canonización de la Santísima Virgen de la Nube. 

Finalmente, el 1 de enero de 1967, se coronó canónicamente la imagen de la Virgen de la Nube y desde ese entonces, se celebran en esta fecha las más importantes fiestas dedicadas a esta advocación. Las mismas incluyen multitudinarias procesiones, cánticos y eucaristías en las que participan miles de creyentes provenientes de distintos puntos del país. 

Este año debido a la emergencia sanitaria se suspendieron los tradicionales festejos pero se mantendrá la eucaristía en el Santuario Franciscano con un aforo limitado, el sábado 1 de enero a las 9h00. La imagen de la Virgen de la Nube recorrerá ese mismo día, a partir de las 10h00 en un motorizado, las calles de Azogues, reemplazando este acto simbólico a la tradicional procesión.  

#MeQuedoEnEcuador para disfrutar, cuando haya terminado la emergencia, de una fantástica experiencia con la fe y la devoción de un pueblo en las próximas fiestas de la Virgen de la Nube. (I)

Esta publicación es una colaboración entre El Mercurio y la Dirección Zonal de Turismo para apoyar en la reactivación del sector.