Los Reyes Magos

En la civilización cristiana occidental el calendario y un importante número de celebraciones están vinculados con la vida de Cristo en la tierra referida en los Evangelios con una importante presencia de hechos históricos comprobados, pero hay también elementos de leyenda. La visita de los reyes magos a Belén para rendir homenaje al nuevo rey del mudo con valiosos regalos tan sólo consta en uno de los cuatro evangelios. Su celebración tiene lugar en varios países de diferente manera. En España es el día de los regalos, sobre todo a los niños, que muchas personas lo hacen, lo que en nuestro país se lleva a cabo en Navidad cuando el niñito que los dejaba está siendo reemplazado por “papá Noel”.

Más allá de su realidad histórica, es importante considerar el mensaje que porta como un componente en la vida individual y colectiva. Los regalos modestos que los pobres pastores dieron al recién nacido se complementaron con los suntuosos de los reyes. Regalar es una forma de compartir los bienes materiales, no importa el nivel económico de los poseedores, que sirven para satisfacer las necesidades de la vida, pero acumularlos en forma desmedida carece de sentido y alienta una de los peores vicios de la condición humana: la codicia. Los medios materiales son un medio para lograr fines; no tiene sentido convertirlos en un fin.

Nuestra capacidad de razonar y organizar la vida ha hecho que las diferencias biológicas, que no son muchas, se transforme en diferencias culturales y sociales, resultado de la creatividad humana. Somos responsables de lo que ocurre y la desigualdad que llega a niveles repudiables es nuestra responsabilidad. Todos tenemos cualidades y defectos y lo deseable sería manejarlos de manera equilibrada, pero los hechos no lo demuestran. Un importante reto es corregir estos errores consiguiendo que la solidaridad desplace al egoísmo y se den pasos para avanzar a la equidad, que no es lo mismo que igualdad plena.