Retiro de visas

Que todas las personas del mundo puedan viajar a cualquier país sin necesidad de trámites ni autorizaciones de ingreso es una quimera que en el corto y mediano plazo creemos irrealizable. Cada Estado tiene sus normas y la posibilidad de poner requisitos para las visitas extranjeras. Hay países que por sus condiciones atractivas tienen mayor demanda de visas como los altamente desarrollados y su concesión establece requisitos de diversa complicación. Componente de la soberanía es esta facultad de los gobiernos que, por razones obvias, privilegia a los ciudadanos de ese país y condiciona el ingreso de extranjeros.

Estados Unidos es uno de los países con más demanda de ingreso y la obtención de visas está sujeta a un proceso de exigencias. Hay personas que buscan el ingreso para mejorar sus condiciones de vida y se ha desarrollado la mafia de coyotes para posibilitar ese deseo, burlando las leyes con elevados costos. Tener visa a ese país se puede considerar un privilegio, pero no faltan personas que se valen de ella para disfrutar de recursos obtenidos mediante diversas formas de corrupción, evitando hacer frente a asumir responsabilidades y evadir sanciones en los que cometieron esas fechorías.

Desde hace unos días, la embajada de Estados Unidos en nuestro país ha informado que ha retirado visas a ciudadanos que desempeñaron o desempeñan funciones importantes en las fuerzas armadas y poder judicial. De ninguna manera se puede entender estas decisiones de Estados Unidos como intervención en la política ecuatoriana, ya que es una decisión interna. Es importante considerar que es una manera de expresar desacuerdo y censura a la corrupción, ya que los que han recibido este retiro son presuntos actores en actos de esta índole. Es lamentable para los ecuatorianos saber que delincuentes sancionados por gigantescos perjuicios económicos al Estado viven confortablemente en otros países.