Dos proyectos de Ecuador están entre los finalistas de la novena edición de Premios Verde. Este evento es una de las distinciones más relevantes del mundo. Ha impulsado el desarrollo de más de 17.700 proyectos, donde 7 de cada 10 ha logrado tener acceso a una fuente de financiamiento.
La fundación ha dictado más de 20.688 horas de formación por expertos de todo el mundo a lo largo de ocho ediciones consecutivas. Emprendimientos, movimientos sociales, políticas públicas e incluso campañas de comunicación forman parte de los proyectos que apoya la organización.
Priscila Torres, directora ejecutiva de Premios Verdes, contó que se premia a las mejores iniciativas ambientales. “Deben tener sostenibilidad social, ambiental y económica. Ese dinamizar la economía verde debe incorporar los tres ámbitos para lograr un desarrollo, así como espacios de conservación en el ecosistema”, explicó Torres.
La fundación es de Guayaquil y por nueva años lleva adelante su objetivo de visibilizar y crear redes entre los mejores proyectos sociales y ambientales a nivel mundial, alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Parte de la dinámica de Premios Verde es la presentación anual de su Ranking con los Mejores Proyectos de Iberoamérica, los que corresponden a iniciativas de distintos países de los continentes.
En esta novena edición, después de analizar y evaluar 2.522 proyectos ambientales y sociales de 28 países y 655 ciudades, se hizo el anuncio de los 500 proyectos más relevantes de Iberoamérica y los 3 finalistas de cada una de las 21 categorías, quienes acceden a una completa red de contactos, seguimiento y mentorías.
De ese selecto grupo, saldrán los ganadores que serán premiados al cierre de la semana de sostenibilidad, en una gala que este año tendrá lugar en Miami (ciudad sede de la edición 2022) la cual se desarrollará del 20 al 24 de abril.
Torres, indicó que la evaluación está a cargo de una comisión internacional de expertos, tomando en cuenta cinco criterios. “Se toma en cuenta la capacidad de réplica, sostenibilidad social, ambiental y financiera, así como la innovación, vista desde todos los aspectos”, dijo.
A más de recibir una calificación, los expertos que evalúan las iniciativas ofrecen una retroalimentación técnica para conocer los detalles que se pueden incluir, mejorar o complementar eficientemente en las propuestas.
Proyectos finalistas
Los dos finalistas ecuatorianos corresponden a la categoría Biodiversidad, subcategoría Bosques y Flora. “Están enfocados en la conservación del ambiente y el ecosistema, así como educar sobre la necesidad de cuidar estos espacios y convivir en esta conservación”, explicó Torres.
El primero de ellos es de Sucúa, Morona Santiago. La comunidad Maikiuants es la sede de la organización Pueblo Shuar Arutam. Se presentó el proyecto de un biocorredor, con el fin de asegurar un modelo propio de desarrollo por medio de planes y programas de uso sostenible y sustentables de los recursos naturales, flora y fauna, como también aprovechando las potencialidades culturales, científicas, tecnológicas y artísticas. De esta forma se potencia la cerámica maikiuants.
El segundo proyecto es de Tulcán, Ecuador. Se trata de una ruta turística la Divina Comedia del Monte, siendo una travesía conceptual y literaria, de alto impacto socio- ambiental. El fin es conservar el último remanente de bosque de guandera de América del Sur, ubicado en el Cerro Mirador de Huaca, de la cordillera oriental del Carchi. Además, es una alternativa económica sostenible e incluyente como herramienta para detener la frontera agrícola en pendientes pronunciadas y prácticas extractivas.
Los proyectos finalistas corresponden a 12 países, entre ellos: Colombia, Chile, México, Argentina, Perú, Ecuador, Venezuela, Guatemala, Bolivia, Brasil, España y Costa Rica. Las categorías a premiar en esta novena edición son: Biodiversidad – Ciudades -Comunicación – Desarrollo Humano – Economía – Energía – Política Pública y Residuos. (JRU) (I)
