Carga tributaria y arancelaria encarecen los vehículos en Ecuador

El sector automotriz tuvo una recuperación en ventas al cierre del año 2021. Pero más allá de la recuperación económica de este sector y la proyección para este año tras la pandemia de COVID-19, el principal desafío es racionalizar la carga tributaria y arancelaria que pesa sobre la actividad comercial automotriz.

Genaro Baldeón, presidente de la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (AEADE), dijo que deben existir condiciones parecidas a las que tienen otros países de la región para que los ciudadanos puedan acceder a los vehículos.

Según explicó Baldeón, la alta carga tributaria se suma en el Impuesto a los Consumos Especiales (ICE), que representa un 35 % de precio de venta al público; además el Impuesto al Valor Agregado (IVA), que es un 12 % sobre el precio de venta al público. “En dos impuestos se está hablando del 47 % del valor de un vehículo”, mencionó Baldeón.

A estos valores de debe tomar en cuenta que, cuando llega un vehículo, paga el Impuesto a la Salida de Divisas (ISD), que hasta diciembre del año anterior era del 5 %. Además, existe un arancel que llega al 40 % del valor que tiene ese vehículo en el puerto ecuatoriano. “Ese 40 % de arancel sobre el vehículo, si se lo traduce al precio de venta al público, se está hablando de un 10 y 15 % adicional”, sostuvo Baldeón.

Sumando la carga tributaria y arancelario, el 60% del valor de un vehículo está en impuestos.

Medidas

La AEADE señaló que es urgente que el Gobierno Nacional tome medidas para racionalizar estos impuestos, para que no castigue a las personas que necesitan trasladarse o trasladar sus productos en condiciones razonables de precio. “La Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador no plantea la eliminación de los tributos, pero sí que sean razonables y racionales. Un 40 % no tiene ningún país, ni en el mundo”, expresó Baldeón.

Esta situación ha sido tema de análisis de la AEADE y ha concluido que si Ecuador racionalizaría la carga tributaria, el Estado podría tener mayor recaudación. “No implica pérdida de recursos sino ganancia, donde mejora la condición de precio para el consumidor y gana el sector productivo, con la ampliación de nuevas plazas de empleo”, detalló su representante.

Baldeón dijo que, en Ecuador no se incentiva a adquirir vehículos con tecnologías más eficientes porque la carga tributaria desmotiva al consumidor. “El vehículo más seguro, con mayor equipamiento, más eficiente, con mejor tecnología, que no consume y emite menos, cuesta más”, especificó el representante de la AEADE.

En este caso, se sugiere fijar un valor al Impuesto a los Consumos Especiales y no ser una “escalera que castigue”, como dice Baldeón, a los vehículos con mayor seguridad y más eficientes.

Finalmente, sostuvo que el arancel debe racionalizarse. “Las nuevas políticas tributarias se orientan a que los vehículos que son más ineficientes o consumen más, debieran pagar más, sobre aquellos que consumen menos. Esa es la tendencia mundial y creemos que en Ecuador debe replantearse”, sostuvo. (JRU) (I)