La Convención del 45 impulsa la cultura y el turismo con murales

Las obras del maestro Eduardo Segovia se pueden apreciar en el barrio Convención del 45. Xavier Caivinagua/El Mercurio

Figuras que representan fantasía, magia de distintas formas, en blanco y negro y también a colores, fueron plasmadas en varias paredes y espacios de las calles Mariscal Lamar, entre Miguel Morocho y Daniel Alvarado, como un impulso cultural al barrio Convención del 45.

Las obras, creadas por el maestro Eduardo Segovia y plasmadas por los muralistas Édgar y Cristina Segovia, están en las paredes de las familias Zambrano, de Teresa Sinchi, en el portal de la Casa Comunal del barrio y en un espacio más pequeño como una puerta a medidores.

La idea de los dirigentes, de los vecinos que cedieron los espacios, fue restaurar las paredes olvidadas, tristes y caídas con murales que brinden color, alegría, que plasmen arte.

Así lo explicó Andrés Zambrano, presidente del barrio, quien mencionó que bajo esta idea se acercaron al maestro Segovia para que les ayude con los diseños, ya que el artista ha vivido en la zona por unos 80 años.

Turismo

Lo que buscan es impulsar las visitas a este barrio tradicional de la ciudad; que las personas se fotografíen con los murales, que visiten otros espacios como el Centro Cultural El Alfarero, la Casa Museo Zoila Quezada donde hay artículos de colección, La Guarida donde se proyectan películas y se hace música; el taller mismo del maestro Segovia.

Además, hay otros negocios como talleres, tiendas, restaurantes con varias propuestas gastronómicas veganas o extranjeras. Zambrano detalla que los turistas y cuencanos pueden llegar a través del tranvía y quedarse en las paradas Corazón de Jesús, Convención del 45 o La Cuadra.

“Queremos mostrar que somos un barrio unido a través del color y el arte”, dijo el dirigente, quien agregó que ese es un espacio con mucha historia, con un estigma que ha cambiado con el tiempo y cuya imagen buscan fortalecer.

Los vecino, como Andrés Zambrano y Cristina Muñoz, coinciden en que los murales cambian el aspecto del barrio, le dan vida, y que siempre es mejor tener más espacios así.

Una obra de Eduardo Segovia convertida en mural. Xavier Caivinagua/El Mercurio

Autogestión

Los gastos fueron costeados a través de eventos como conciertos con la artista estadounidense Deb Davis, con aportes propios de los vecinos y la ayuda de los artistas que cobraron un precio bajo por su trabajo. Pretenden de manera autogestionada hacer seis o siete murales en espacios que los vecinos han cedido.

El maestro Segovia, un apasionado del arte y desprendido de su conocimiento y sus creaciones, dijo que todos los artistas tienen la capacidad de hacer maravillas y esa fue su forma de apoyar al barrio.

El concejal Iván Abril, presidente de la Comisión de Educación y Cultura del Municipio de Cuenca y que se ha reunido con los vecinos para esta iniciativa, mencionó que es importante que aflore el arte y la cultura en este espacio, “tenemos que hacer un cambio de percepción de un barrio rojo que era hace años, a un barrio seguro que es actualmente”. (F)