Ñañitos y política

Santiago León

El tablero político de Cuenca ha empezado a moverse. Vean ustedes las redes sociales de concejales, actores políticos, ex policías, ex marchistas, activistas, entre otros y se dará cuenta que ya recorren barrios, mercados, plazoletas o denuncian la gestión de alguna autoridad. Todo sirve para llamar la atención del electorado.

Les recuerdo que en las próximas elecciones seccionales el mayor porcentaje del padrón electoral son jóvenes. Así que no se sorprenda que vea a su candidato protagonizando algún baile en Tik Tok. Se usarán todas las formas para conectar con los votantes.

Ahora bien, en los últimos días ha empezado a llegar mensajes al WhatsApp del equipo de nuestro histórico Jefferson Pérez. Si, el medallista olímpico que tuvo varios errores en la campaña electoral, al parecer volverá a participar en las elecciones del 2023. Esperemos que su campaña sea propositiva.

En las cadenas de mensajería instantánea Renace ha comunicado que Fabián Pérez, el ñaño del Jeff, estará al frente de las negociaciones y alianzas políticas. Algo parecido con Hugo Palacios, hermano del actual alcalde Pedro Palacios, quien lidera la agrupación política Nueva Generación.

Tener el apoyo de los familiares en la política es fundamental. Incluso ha servido como estrategia para reforzar la imagen de un candidato. Analice usted el protagonismo del rol de la familia en las pasadas elecciones presidenciales de Ecuador.

Ahora bien, no existe una norma que indique que este bien o mal que hermanos o familiares manejen una tienda política. Si un candidato deposita la confianza en su entorno familiar para su campaña o gestión política, pues adelante.

Sin embargo, pasemos al ejercicio real. ¿Qué pasa cuando mi hermano o hermana toma una mala decisión? ¿Cómo hacemos una crítica real dejando a un lado los lazos familiares? Ahí se complica el escenario. Y peor aun cuando una administración pública se convierte en una empresa familiar. Primos, concuñados, suegros, padrinos del político han llegado a ocupar cargos públicos sin ninguna experiencia.

La política es una herramienta que se utiliza para satisfacer las necesidades de la ciudadanía, pero puede volverse hostil para el entorno familiar. Si ha tomado la decisión de abalanzarse en este campo, con la ñaña o con el ñaño, tómele su mano y prepárense para andar por un camino agreste. ¡Arrancó la campaña! (O)