Un aluvión es un flujo de barro u otro material sólido donde el agua arrastra por una ladera, desbordándose del cauce y arrastrando lo que encuentra a su paso cuando las precipitaciones son intensas.
La descripción de la Oficina Nacional de Emergencia y Seguridad Pública de Chile, se ajusta plenamente a los lamentables sucesos ocurridos el pasado lunes 31 de enero, con el aluvión gigante en los barrios La Gasca y Comuna de la capital ecuatoriana, desastre natural con pérdidas de vidas humanas, daños en infraestructura, bienes públicos y privados.
Los investigadores y docentes de la Universidad Politécnica de Quito, ingenieros Elina Jiménez y Camilo Zapata, en el foro organizado por el CICA este jueves 10 de febrero, expresaron que el aluvión en la Gasca y la Comuna no es un evento nuevo, pues, se registran 86 grandes aluviones en el periodo 1900 al 2020, de los cuales, 26 fueron con pérdidas de vida humanas; 90 barrios están expuestos a movimientos de masas y 53 a inundaciones, se contabilizan 1.406 eventos morfoclimáticos que incluyen deslizamientos, inundaciones y los temibles aluviones.
Las causas atribuidas a la presencia del dantesco aluvión se relacionan a la propia morfología encajonada de Quito, rodeada por el complejo volcánico Pichincha, donde se rellenaron 69 de los 85 cauces naturales. Se suma la ocupación de las laderas del complejo volcánico sobre los 3.400 msnm, cuyas quebradas arrastran lodo y piedras cuando se producen precipitaciones intensas como ocurrió el 31 de enero, convirtiéndose las calles y avenidas como La Gasca en verdaderos ríos.
En el caso de Cuenca, el Ing. PHD Josué Larriva, funcionario de ETAPA y docente de la UDA, recordó las grandes crecientes de mayo del 2021 de los ríos Yanuncay y Tarqui, perdiéndose orillas de ríos e infraestructura que aún no se recupera e igual los pequeños aluviones ocurridos en varias quebradas del río Yanuncay en abril del 2020, debido a fuertes precipitaciones y al marcado deterioro de esta cuenca. Considera entre las acciones preponderantes a seguir el cuidado de las cuencas y su regulación como ya tiene el río Machángara con Chanlud y El Labrado, debiendo continuar con el Yanuncay por ser una necesidad urgente y de interés colectivo. (O)
