Don Daniel Pinos, el hombre multifacético que dejó una huella en el Austro

Daniel Pinos dejó su impronta en el Austro. Archivo

Para unos fue el padre de la radiodifusión, para otros fue un poeta, para algunos fue un músico, y para muchos un periodista que no temía comentar sobre los distintos sucesos de Cuenca a través de su micrófono.

Sea como fuere, lo cierto es que Daniel Pinos fue un hombre multifacético que dejó su huella en cada ciudad y cantón en el que estuvo. Lúcido hasta el final de sus días, don Daniel falleció en Cuenca la mañana de ayer.  

Aunque nació en Zaruma, se dice que el 27 de julio de 1924, don Daniel siempre estuvo activo desde sus primeros días de vida. Al nacer, el recién nacido fue trasladado, a lomo de mula, como dijo él mismo, a Girón, en donde fue inscrito.

Quizá, aquel registro de su nacimiento, además de tener raíces gironenses, le dejaría con una deuda que don Daniel, años más tarde, la pagaría con la escritura del himno de Girón, cuya letra todavía se canta por sus habitantes.

Entre esos vaivenes, entre sus viajes y actividades, Daniel Pinos llegó a Cuenca y allí se instauró para fundar la nueva Radio Cuenca 1180 am, “La Voz de los Cuatro Ríos”, ya que había una anterior, con el mismo nombre que perteneció al señor Sánchez Orellana, según contó en una entrevista el propio don Daniel.

Fue entonces que, a mediados del siglo XX, surgió una nueva emisora para la Cuenca de antaño. Una de las características que tuvo Radio Cuenca fue las presentaciones de músicos en vivo, en las que también participó don Daniel como cantante y guitarrista.

Instalaciones de radio Cuenca. El Mercurio

Luego llegaría su programa “Antena Informativa Nacional”. Allí don Daniel era el presentador y entrevistador.

“Don Daniel siempre fue un hombre preciso con las palabras y no tenía pelos en la lengua. Una de las características de sus entrevistas es que eran espontáneas y siempre tenían una pizca de humor”, escribió Daniela Pinos en un reportaje publicado en El Mercurio con motivo de sus 97 años.

Habilidoso con las manos, don Daniel dejó un importante legado en la música. A más del himno a Girón, como ya se mencionó en un principio, el hombre nacido en Zaruma, inscrito en Girón y desarrollador de improntas en Cuenca, compuso la canción “Dos Lágrimas” que no es sino un poema que llegó a ser interpretado por el dúo Benítez-Valencia. 

Daniel Pinos con el dúo Benítez-Valencia. Cortesía.

Tal vez la música y el periodismo lo colocaron sobre la cima del reconocimiento. No obstante, hay algunas características y trabajos de Daniel Pinos que no están en la boca de todos, sobre todo entre los más jóvenes.

Un ejemplo de ello es que don Daniel fue quien, en 1956, idealizó y organizó el concurso de las mascaradas que luego formaría parte del evento de las comparsas que se celebraban año a año, antes de la emergencia sanitaria.

Otro de sus trabajos fue su paso por el cine. Don Daniel, recordó su hija Daniela el año anterior, tuvo un cine ambulante que recorrió varios cantones del Azuay, entre estos, como no podía ser de otra manera, estuvo Girón.

Una de sus facetas más destacadas fue la de músico. Archivo

En un reportaje escrito para la revista Girón 360, se dice que don Daniel hizo que, cada fin de semana, a mediados del siglo XX, las aulas de una escuela fiscal se convirtieran en una sala de cine. Los gironenses llegaban y veían las películas que el multifacético cargaba.

Un trotamundos, un hombre activo, y, principalmente, un hombre que tenía pegado una consigna: cumplir con lo pensado, hacer lo imaginado y seguir hacia adelante. Así fue don Daniel Pinos, cuyo sinfín de trabajos están para que sea recordado por el resto de los tiempos. (I)