El valor del tiempo

Viviana Bernal Estrada

En el silencio de estas últimas noches en compañía de un buen café, eché un vistazo a mi historia, al pasar de mis años y con ellos una vida de experiencias, las necesarias para situarme en el aquí y ahora.  Con mucha nostalgia quise regresar al menos una década para perdurar lo que solo en la edad madura se valora con firme convicción, justo ahora cuando mi historia ya no es solo mía.

Con muchos años más por venir me encuentro en un laberinto de recuerdos, ilusiones, nostalgias y porque no decirlo, temor a lo que vendrá; con tantos anhelos por cumplir quisiera retroceder el tiempo para recuperar aquella vitalidad y precisión, hoy sostén de lucha, para colmar de valor a cada oportunidad que la vida ha puesto frente a mí.

Con tanto por aprender y tanto por entregar en el compartir del día a día, solo sé que los años dan lo que tiene que dar, pero así también sé que los años restan la permanencia y la quietud de lo que hoy rememoro con sentimiento puro deseando que hubiese sido así; mientras tanto a seguir, la compresión de mi actual momento es la marcha de quienes siguen mis pasos.