“Vida de a perro”

Hugo Lucero Luzuriaga

Una cosa es “VIDA DE PERRO”, otra es “VIDA DE A PERRO”; la primera frase, se refiere al ciclo vital normal del animal; la segunda, una expresión sarcástica usada para referirse a la vida paupérrima de un animal maltratado por el ser humano.

Los perros tienen diferentes tratos, dependiendo de algunos factores como: raza, cultura de los dueños y los motivos por los que se adquirió al animal. En este contexto, conocemos de perros que ocupan el lugar de hijos que no tuvieron, como mascotas de familias, de compañía y cuidadores de viviendas. En estos escenarios, por lo general, reciben desde caricias, juguetes, alimentación adecuada y hasta mimos, pero, desafortunadamente existen, sobre todo en las ciudades, perros que llevan o tienen “una vida de a perro”.

Esta “vida de a perro” se caracteriza por maltratos dados por el abandono, hambre, falta de abrigo, violencia física, sin importarles a los “crueles” que no se compadecen del dolor del animal. Se suma a lo mencionado la irresponsabilidad, desfachatez y quemeimportismo de algunos ciudadanos que especialmente por las mañanas les “sueltan” a los animales, dicen que para que se “paseen un poco”, generando que calles, aceras, parques, espacios verdes se conviertan en lugares para evacuar excrementos, sitios con basura esparcida, jaurías en busca de copulación y lugares peligrosos por las mordeduras de animal; además, no pocas ocasiones con destrucción de prendas de vestir ante el desaire, desdén y  hasta grosería de los dueños del can.

Lo mencionado se debe a la falta de una cultura y educación sobre la tenencia responsable de animales de compañía. Un llamado de atención a la ciudadanía sobre este particular y un recordatorio a los gobiernos locales que, a través del departamento correspondiente, se trate de dar solución al no tan simple problema, no sin antes aplaudir acciones en favor de los animales por parte de fundaciones, albergues y afines.

Recordar que los animales tienen derechos como todos los humanos, aunque, hay algunitos que no siendo perros tienen acciones y “vida de a perro” en el contexto de la sociedad. (O)