Cuenca.- Mauricio Agustín Arpi Orellana, de 38 años, fue atropellado y arrastrado 100 metros por un vehículo que aparentemente era conducido por su exesposa Andrea T.
El hecho sucedió la noche del 19 de febrero de 2022, en el sector San Lucas de Racar. Por la gravedad de las heridas, Mauricio Arpi falleció pocas horas después de ser hospitalizado.
El proceso de investigación contra la presunta causante de la muerte fue iniciado como un accidente de tránsito; sin embargo, ahora la familia del fallecido pide que el proceso judicial sea calificado como un delito de homicidio y se llegue a un veredicto por parte de la justicia.
Oswaldo Arpi, padre del ahora fallecido, relata que el día de los hechos, su hijo Mauricio Arpi estaba en la casa cuidando a su niño de 6 años (procreado con su exesposa Andre T).
Al sitio llegó Andre T., aparentemente para retirar a su hijo y sería cuando sucedió el atropello. La familia del hoy fallecido sostiene que las pericias demostraron que ella estaba en estado de embriaguez.
El padre de familia que ahora pide justicia recuerda que, el 20 de febrero, a las 06:00, recibió la llamada telefónica de aviso de la muerte de su hijo Mauricio. Ahora recuerda a su hijo como un hombre tranquilo y bueno. “El hombre no debe ser vulnerado en sus derechos por ser hombre”, reflexiona el progenitor.
Sostiene que el accidente de su hijo no es un accidente. “En la reconstrucción de los hechos se notó las circunstancias”, explica.
Anteriormente, la mujer acusada de los hechos afrontó una audiencia de formulación de cargos en la que recibió medidas cautelares de presentación periódica ante la autoridad competente.
El padre de familia expresa que, si la muerte hubiese sido provocada por un hombre, él ya estuviera encarcelado con prisión preventiva esperando una alta condena; pero como la procesada es una mujer considera que la justicia no actúo de la misma manera. (I)
