Todo es vida    

Hugo Darquea López

Nada escapa a la realidad vital,  el infinito del Universo es vida, nosotros asumimos que solamente los seres humanos somos conscientes y que por eso sabemos que estamos vivos y en consecuencia  valoramos las sensaciones, desde  el olfato, la visión, el oído, el tacto, y el gusto, para deleitarnos con ellos o sufrir su ausencia,  la alegría o temor, en fin  las circunstancias que dan forma a la sensibilidad y comprensión del mundo al que le asumimos en su compleja circunstancia.

Pero ahora, y según la misma ciencia,  no  por una paradoja,  creemos que solamente nosotros sentimos y somos seres conscientes  

En días pasados vi a una pequeña araña de color marrón, que caminaba sobre la verja de la puerta en el jardín de la casa. Me llamó la atención que sus movimientos eran lentos conforme se acercaba a una mosquita que a pocos centímetros se movía también lentamente, pero que luego trató de alejarse,  más la araña saltó y desprendió unos finos hilos  que brillaron al entrar en contacto con la luz solar, luego la araña en pocos y veloces  movimientos saltó sobre la mosca,  la envolvió  con la telaraña, que a velocidad instantánea desplegó,   y la engulló.

Abandoné  el lugar y me fui pensando que la vida es un don indescifrable que debemos respetarle en todas sus formas y manifestaciones, desde la célula primera, la molécula y el átomo, y no se diga el embrión humano, tan mínimo que no le vemos, pero todo este universo es vida, así alguien hable del “producto”  para minimizar a la semilla humana. Allí está la vida, concebida desde la concepción,  y que debe protegerse pese a todas las ideas en contrario.

Hace meses en la inauguración del Congreso de Bioética el Rector la Universidad Politécnica Salesiana, con visión de profeta me dijo: “En el Universo todo es vida…Respetemos a la Vida”. (O)