El libro tiene más formas para llegar a nuevos lectores

LEAD: La Fundación Lirón Lirón y BiblioAzuay organizan actividades para fomentar la lectura.

Las actividades alrededor del libro han sido claves para fomentar la lectura entre los niños. Xavier Caivinagua





Ya no es solo sentarse a leer y preguntar a quienes escucharon: ¿qué tal la historia? En estos tiempos, en los que los distractores son múltiples, el desarrollo de la lectura entre los niños se ha convertido en una mediación llena de estrategias que va más allá de solo mantener una breve interacción entre el lector y el receptor.

La Fundación Lirón Lirón entendió aquello, y, en medio de la pandemia, cuando todo se volvió virtual, decidió emprender un proyecto al que denominaron Cuentos Lironeros, un espacio para narrar historias a niños a través de una pantalla.
En un principio fue un experimento que partió con juntar las distintas expresiones artísticas que practicaban sus integrantes: Manantial Gutiérrez, Emilia Acurio y Ligia González.

En el caso de Manantial, ella se convirtió en la narradora; mientras que Emilia se dedicó a elaborar títeres. Por su parte, Ligia exhibió sus habilidades para el clown.

Y, lo que empezó como un proyecto de pruebas y errores se convirtió en un programa virtual en el que los niños podían escuchar cuentos, pero, principalmente, podían hablar sobre ellos, ya que crearon a Mana, al Sr. Monstruo y Calamidades, tres personajes que tratan de conectarse con los infantes.

“La idea principalmente no era que solamente la narradora hablara, sino que hubiera espacios de interacción para demostrar que es importante interrumpir, que es importante preguntar, que los niños pueden hacerlo”, dijo Manantial.

Por esa misma razón es que las integrantes optaron por crear a los personajes, quienes, en medio de la narración, preguntan, dudan, recuerdan una anécdota, tal y como lo hacen los niños mientras escuchan una historia.

Con las múltiples pruebas y con el conocimiento de cómo un niño puede adentrarse a la lectura, la fundación se preguntó: ¿y si lo hacemos presencial?

Sin más, sin previo aviso y sin convocatoria, el 30 de octubre de 2021, los Cuentos Lironeros se llevaron a cabo en el parque De La Madre para retomar la interacción que habían perdido los niños por la emergencia sanitaria, mediante actividades, preguntas, respuestas, actuaciones que giran en torno a los libros.

Las integrantes de la Fundación Lirón Lirón han mezclado las mediaciones lectoras con las artes escénicas.

“Una de las cosas lindas es que no les dejamos a los niños con la idea suelta…Conversamos con ellos para ver cuáles son sus perspectivas, para que ellos mismos puedan reflexionar qué está pasando”, dijo Emilia Acurio.

Desde entonces, por lo menos una vez al mes, Manantial, Emilia y Ligia se reúnen en un parque o en una casa para compartir la lectura de un cuento que precisamente no son aquellas historias que se acostumbran a escuchar, porque la fundación hace una curaduría de las obras que va a leer.

“Hacemos también estas mediaciones más directas a las familias, para que las familias conozcan que hay otros cuentos aparte de Pulgarcito, a parte de la Cenicienta, porque son cuentos que yo leía cuando era niña, cuando mi mamá era niña y ya están fuera, porque generan otro lenguaje y son de otra manera”, agregó Manantial.

Hoy, a las 16:00, la fundación hará una nueva presentación de sus Cuentos Lironeros. En esta ocasión, a través de la Dirección Municipal de Cultura y en el marco de la celebración del Día del Libro, se presentarán en el centro de El Valle, mientras que, el 30 de abril, habrá una presentación, a la misma hora, en el centro de Ricaurte.

Mediaciones

En ese mismo camino que sigue la fundación, de compartir lecturas y libros, y de escuchar a los niños a través de distintas actividades, está BiblioAzuay, un proyecto de biblioteca móvil de la Casa de la Cultura Núcleo del Azuay.

Desde su funcionamiento, en 2021, la biblioteca ha visitado nueve cantones de la provincia del Azuay, en donde las mediaciones de lectura han sido las protagonistas gracias al trabajo de Xavier Calle, quien es mediador del Plan Nacional del Libro.

“Xavier es quien media entre el libro y los niños y lo hace con la finalidad de que los niños se acerquen a los libros, que tomen ese interés”, explicó Marily Román, responsable de BiblioAzuay.

Una de las estrategias de BiblioAzuay ha sido moverse con su biblioteca móvil por los cantones del Azuay.

Otra de las estrategias que empezó a aplicar BiblioAzuay para acercar los libros a los niños es el préstamo de obras. Por el momento, en Baños, Illapamba, Tres Claveles, Sayausí, Barabón y Paute, se pueden solicitar libros. Para esto, la biblioteca móvil hace visitas cada 15 días para prestar y retirar las obras.

“Los niños muestran ese interés, muestra esa inocencia al abrir el libro por primera vez, y con las comunidades con las que trabajamos están súper comprometidas. Nos esperan puntualmente, cada quince días”, agregó Román.

Con todo el trabajo realizado, para las organizaciones que están detrás de las estrategias, todavía se puede demostrar que entre los niños existe el interés de adentrarse a un libro, siempre y cuando haya una compañía sólida, que los motive a conocer el basto mundo de la palabra escrita.

Hoy, 23 de abril, se celebra un año más del Día del Libro. La celebración fue establecida por la UNESCO en el año 1988. (AWM)-(I)