El Labrado, 50 años de beneficios

Gonzalo Clavijo Campos

La presa Daniel Toral Vélez o El Labrado, se ubica en la cuenca alta del río Chulco, afluente del Machángara, a 40 kilómetros al noroccidente de Cuenca y 3.440 metros de elevación. Los estudios para esta fundamental obra se realizaron en el año 1962, por la Consultora Canadiense INGLEDOW KIDD & ASSOCIATES, su construcción empezó el 12 de noviembre de 1969, culminando el 13 en abril de 1972, hace 50 años.

La construcción de la presa fue contratada por la Empresa Eléctrica Cuenca C.A., el 10 de marzo de 1970, siendo Gerente el licenciado Daniel Toral Vélez, Presidente del Directorio y Alcalde de Cuenca el doctor Ricardo Muñoz Chávez, con la Empresa constructora TÉCNICA Cía. Ltda. siendo el Director Técnico, el ingeniero Raúl Carrasco Zamora. El monto del contrato fue de S/. 4´524.300,00, igual a USD 282.768,75. Su finalidad inicial fue la de asegurar un caudal constante de 1.500 lit/seg para generar energía en la Central Hidroeléctrica Saymirín de reciente construcción, por cuanto el crecimiento poblacional, industrial, institucional de Cuenca y el Azuay ya eran acelerados.

El Labrado es una presa de tierra apisonada de 13 m de altura que funciona a gravedad, cuyo cuerpo principal es de hormigón ciclópeo, con capacidad de almacenamiento de 6,2 millones de m3. Para la construcción se requirió de un centenar de trabajadores, 10 ingenieros civiles, topógrafos, electricistas, mecánicos.

La diferencia tecnológica de hace 50 años, comparado con la actual son inmensas, en lo relativo a equipo disponible, sistemas de control electrónico y comunicaciones digitales, geoposicionamiento, compactación del suelo, grúas de todo tamaño, resistencia de los hormigones se incrementó de 180 kg/cm2 a 400 Kg/cm2, sin embargo, la presa está en perfecto estado luego de cinco décadas de funcionamiento continuo.

Los beneficios recibidos por El Labrado, durante estos 50 años, ahora cuidada prolijamente por ELECAUSTRO S.A., son inmensos, por cuanto por sí sola permitió asegurar energía y agua para la población por 24 años, hasta 1996, que entró en funcionamiento la represa de Chanlud, cuando la población rebasó los 300.000 habitantes en el cantón Cuenca, además agua para riego y la laminación de crecidas para evitar las peligrosas y destructivas inundaciones. (O)