La cruz católica y sus usos en los recovecos de Cuenca

La principal creencia del porqué de las cruces se debe a que los propietarios querían evitar que las personas se orinen en los recovecos. Xavier Caivinagua/ El Mercurio

La cruz para rezar, para pedir, para arrepentirse. La cruz, además de tener una diversidad de significados, tiene una variedad de usos que no precisamente están relacionados con la oración religiosa.  

En Cuenca, la cruz, en antaño, tenía una función peculiar cuando en los exteriores de las casas se formaban recovecos porque, entre una y otra, lo que se conoce hoy como línea de fábrica era distinta.

En aquel entonces, en los finales del siglo XIX y principios del XX, se dice que se colocaba una cruz en esos rincones para evitar que la orina de las personas termine manchando las paredes.

Si no aguantaban la tentación de cumplir con las necesidades básicas en los recovecos, podían respetarlos si veían una cruz.

Por lo menos eso recuerda el padre César Santacruz, actual párroco de Paute, quien, en la vivienda que dejó su madrina en Cuenca, en uno de los rincones exteriores reposa una cruz delgadita y grande.    

“Se hizo costumbre colocar en las esquinas, en donde la gente podía hacer sus necesidades. Por respeto a la cruz, ya no lo hacían. También solían echar, al pie de la cruz, ceniza, justamente para que no hagan sus necesidades”, dijo Santacruz a diario El Mercurio.

En Cuenca hay varios espacios en donde todavía existen estas cruces. Por ejemplo, en las calles Luis Cordero y Arízaga; en la calle Juan Jaramillo, en uno de los recovecos del Monasterio de las Conceptas; y en la Tomás Ordóñez y Lamar.

: En las viviendas del centro histórico de Cuenca todavía no se pueden observar las cruces en las esquinas. Xavier Caivinagua/El Mercurio

En el caso de la Tomás Ordóñez, hay viviendas que no tienen la cruz, ya sea porque no son creyentes o porque ni el símbolo ya se respeta. En vez de ella, algunos propietarios han optado por rellenar las aberturas con ladrillos o con jardineras. Todo vale para evitar que se ensucien las paredes.

La cruz y el patrimonio

Las cruces que todavía se mantienen en los rincones de las casas son parte del patrimonio arquitectónico del centro histórico de Cuenca. Ya sean para evitar a quienes no llegan a tiempo al baño o para conservar el pasado, las cruces siguen de pie.

Y no solo las que están en el exterior, sino las que están encima de los techos o en los interiores de las viviendas católicas.

“En tres viviendas que se restauraron, la gente que todavía mantiene el catolicismo respetó la cruz que había en las casas”, recordó el arquitecto y restaurador cuencano Jorge Ríos.

Uno de los recuerdos que mantiene presente el arquitecto es aquella vez en que una familia que restauró la cruz hizo una fiesta tras su colocación en su vivienda. Parecido al “huasipichai”, una celebración de antaño que servía para inaugurar la casa, se realizó incluso con los maestros.

A pesar de que cada vez se ven menos estas costumbres, aún por decisión de las personas o por su propia estructura, las cruces interiores o exteriores siguen de pie en Cuenca.

La cruz de El Vado

Hoy, 3 de mayo, en varios partes del mundo, entre ellas España, Chile, México y Ecuador, se celebra el Día de la Cruz de Mayo. Con distintas connotaciones se realizan una diversidad de eventos.

En el caso de Cuenca, la ciudad también sus celebraciones. Por ejemplo, en El Vado, cada año se adorna a su monumento insigne: la cruz.

Y en este 2022, no hubo excepciones. En el centro del símbolo católico se colocó un corazón, y en la base que la sostiene se colocaron elementos florales y telas de colores que continuarán adornado a la cruz.

“Desde que tengo memoria la cruz del Vado siempre ha tenido un adorno en mayo. Es una manera de agradecer y enaltecer a Dios”, opinó María Durán, quien se persignó luego de pasar junto a la cruz imponente de El Vado. (I)