Madre “Adulta Mayor”

Hugo Lucero Luzuriaga

En muchas partes del mundo, el segundo domingo de mayo es dedicado a las madres, empero, y quizá por intereses se menciona que todo el mes de mayo es en honor a ellas. En este contexto, pocos valoran en su real dimensión a la madre adulta mayor, de manera especial a aquella añosa, que se lo recuerda más por tradición sin magnificar un pasado que solo ella caminó en función de un mejor hogar. La madre adulta mayor es aquella que nos dio la vida, nos alimentó con su pecho, pendiente todo el tiempo en el hogar muy cerca de sus hijos, aquella que fue cocinera, profesora, médica, defensora, guía y consejera; infelizmente en estas épocas modernas no valoramos la real dimensión de ella.

Las madres adultas mayores, en un porcentaje importante, han sido víctimas  del machismo no visibilizado y hasta aceptado por ellas al asumir que es su destino y hasta designio de Dios; mujeres que han sido estigmatizadas a que “no trabajan”, al considerar la labor de la casa como una obligación; madres señaladas que su función es procrear y cuidar a sinnúmero de hijos; que su prioridad es destacar al esposo reconociendo muchos valores en desmedro de ellas, invisibilizadas en los quehaceres de la casa; por ello, el absurdo aserto: “los hombres son de la calle, las mujeres de la casa”. Madres obligadas a solventar situaciones económicas difíciles cuando no se contaba con los ingresos suficientes; algunas o muchas madres que tenían que aceptar infidelidades del compañero en función de protegerlo y cuidar su machismo; madres que llegaron a desempeñarse de cuidadoras y hasta de enfermeras del esposo postrado; muchas de ellas, coartadas a la educación y a trabajos extra hogar; madres adultas mayores de la zona rural hoy, más que nunca, padeciendo las consecuencias de una soledad generada por una sociedad que expulsa fuera del país más hombres y jóvenes; en general,  madres adultas mayores que han sido víctimas de una tejido social machista que hace algunos años era lo “normal” ante la benevolencia de una sociedad injusta dominada por hombres, PEOR SI SON POLÍTICOS. (O)