A ritmo de mariachi

Juan F. Castanier Muñoz

Y el asambleísta de Pachacutik, fanático de la música mejicana, dijo de pronto “ahora o nunca” y alzó el vuelo rumbo a la tierra de Pancho Villa y de Mario Moreno “Cantinflas”. El corto tour incluía un paseo por el lago de Xochimilco, una visita a Acapulco, el teatro Blanquita y ¡claro!, el espectáculo de los mariachis. Una tarde libre y mientras caminaba por un parquecito cercano al paseo de La Reforma, vio a lo lejos una persona conocida, dudó un momento, pero luego se acercó y se trataba de “el innombrable”. Un corto saludo, el típico “que pequeño es el mundo” y como para no perder tiempo, el asambleísta le dijo que una vez destituida la presidenta Llori y, como se suponía que ese puesto le correspondía a su partido, él estaría dispuesto a aceptar tan difícil encargo y que para ello contaría con los votos de la bancada correista, a cambio de someterse a los planes de “el innombrable”, incluida, como no podía ser de otra manera, la luz verde para la conformación de la comisión de la verdad, razón de ser y leimotiv de las huestes correistas, tras el perdón y olvido de los miembros de la banda.

No contaba el asambleísta viajero con que el mismo “innombrable” iba a “descolgarlo” y que sus coidearios, ahora por allí y por allá, iban a desautorizar su “feliz” iniciativa. Epílogo de “a perro”.

Al mismo tiempo, Polit, el “contralor de lujo” del correísmo, logra que la jueza estadounidense acepte una fianza de 14 millones de dólares para dejarlo libre mientras dure su juicio por lavado de dinero. Y el “innombrable” queda “colgado” con su desvergonzada convocatoria a realizar una colecta benéfica para auxiliar a su lugarteniente a pagar la millonaria fianza y los millonarios honorarios de sus abogados. El depósito de los 14 millones constituye la prueba irrefutable de que se trata de dinero malhabido porque el pillo “de lujo” jamás podrá explicar un origen lícito de semejante patrimonio. Las tesis, repetitivas y cínicas, de las sentencias sin pruebas, de la cultura del odio y de la persecución política, esgrimidas por el correísmo, pierden fuerza estrepitosamente….!por catorce millones de razones! (O)