Memoria

Eduardo Sánchez Sánchez

Se trata de la capacidad mental que permite a una persona registrar, conservar y evocar las experiencias (ideas, imágenes, acontecimientos, sentimientos), etc., reteniendo así el pasado, experiencias y el aprendizaje. El almacenaje en el ser humano alcanza los 100 terabytes de memoria en las neuronas, cuya combinación aumenta exponencial a valores del orden de 1 millón de gigabytes.

Así podemos explicar cómo la información recibida se codifica y almacena para posteriormente poder evocar las vivencias y el acervo durante nuestras vidas y el poder desenvolvernos en toda actividad usual como reconocer personas, saber direcciones, donde nacimos, jugando un papel protagónico el papel de los sentidos. Imposible no recordar los gratos sabores de los alimentos que nos preparó nuestra Madre o el sabor de nuestro plato favorito en el restaurante; el pan de la Abuela, el aroma del café tostado en casa o el color de la fruta favorita.

Existen diferentes formas de evocación, hacer compras o diligencias sin apuntar en un papel. Por reconocimiento frente a distintas opciones que nos permite seleccionar lo correcto como ocurre en los exámenes tipo test. Y la inducida por recuerdos grabados, como el aroma escandaloso de un dulce de guayaba.

Todo esto es fundamental en nuestro diario accionar en base a conocimientos adquiridos. La “buena memoria” para aprender mientras somos estudiantes, o recordar nombres de personas y no saludar con el estribillo……ita, recordar direcciones, etc. En el ejercicio profesional acordarse nombres, lugares, hechos, el arsenal de lo aprendido.  Y qué decir de recordar fecha de cumpleaños de los familiares y amigos o llegar puntual a una cita de negocios porque poseo buena memoria.  El no tropezar con la misma piedra cuando hay elecciones, acordándonos de lo actuado por quienes hacen de la Política su modus vivendi. (O)