La excelencia académica  

Hugo Darquea López

En los procesos sociales  se debe buscar el bien común.  La vida misma sigue en su  proceso continuo en permanente construcción, nuestra sociedad con sus épocas de desarrollo o de crisis así lo demuestra.  Nada es estático porque el  impulso  perfectible nos guía a nuevas metas.  Estamos motivados por  el animus que nos alienta a superar las contingencias,  luego de  los tiempos conflictivos  siguen los de la paz creadora,  más aún si valoramos en su trascendencia al mundo del conocimiento, asumiendo que  la educación y  la formación integral son  las premisas del bienestar. Por eso la Universidad  tiene la  finalidad de ser  la entidad universal del saber.

En el caso específico de la Universidad Católica de Cuenca puedo escribir con absoluta objetividad, lo bien que  cumple sus motivaciones fundacionales que  definen sus propósitos desde 1970. Su misión y visión  están en las mejores manos  ya que son sus graduados en estas cinco décadas quienes  la conducen. La  ampliación  de su  campus y la construcción de otros, la formación integral de profesionales en siete unidades académicas con veinte y siete carreras, la creación del Aulario  y de la Clínica de Odontología, del Centro de Neurociencia  y de Investigación Científica, la” Gala de la Ciencia”   la vinculación Internacional y el servicio a la Comunidad, DAN FE  de su alta calidad,  que responde al desafío existencial  de servicio al bien común. Otros nuevos logros siguen y  seguirán.

Enrique Pozo Cabrera su Rector conduce al alma mater con probidad,  entrega y sabiduría. Un equipo de trabajo integrado por lo mejor en calidad académica forma el CORPUS UNIVERSITARIO.  

Así se  va  haciendo del cada día un aporte real para la dignidad humana. (O)